Persona que asusta
El tema de inmigración no muestra el mejor lado de Mitt Romney
Mitt Romney no deja de sorprenderme. En el último debate, uno de los ciudadanos participantes le preguntó : :
“Señor Romney, ¿qué es lo que usted planea hacer con los inmigrantes que no poseen una tarjeta de residencia y que están viviendo aquí y son miembros productivos de la sociedad?”.
Su respuesta fue:
“No vamos a capturar a 12 millones de personas indocumentadas, ilegales, y sacarlos del país. En su lugar, dejemos a ellos tomar su propia decisión. Si ellos se dan cuenta de que no pueden obtener ningún beneficio aquí y que no pueden encontrar el trabajo que ellos quieren, entonces ellos tomarán la decisión de irse a otra parte en donde ellos tengan mejores oportunidades”.
Y digo que no deja de sorprenderme porque desde una perspectiva política demuestra que está convencido de que ha alcanzado su techo dentro de la comunidad de votantes hispanos, o que simplemente considera que el voto hispano es absolutamente intrascedente.
Pero me sorprende más desde el plano humano. Romney se refiere a los inmigrantes no autorizados de la manera en la que yo me referiría a las cucarachas: “Limpia bien cada rincón de tu cocina y las cucarachas se irán porque no encontraran comida ni desperdicios para alimentarse”.
¿Dónde queda el elemento humano?
El candidato Romney ni siquiera repara en una parte importante de la pregunta: ¿Qué hacer con los inmigrantes no autorizados que son miembros productivos de la sociedad?
Porque quien le pregunta no aboga por una amnistía masiva e incondicional, dice implícitamente que algo se debe de hacer en favor de aquellos inmmigrantes no autorizados que han mostrado buena conducta y contribuyen.
Pero su respuesta es tajante, y se basa en la expectativa de que siendo lo suficientemente inhumanos en nuestro trato hacia los inmigrantes no autorizados, ellos se irán “libremente” y “por su propia elección”.
No importa si estos inmigrantes no autorizados han estado aquí por mucho tiempo, no interesa si han hechado raíces, no significa nada si tienes cónyuges o hijos estadounidenses que van a sufrir la ausencia de sus parejas o padres, le vale un soberano pepino si en el proceso se fragmenta la fibra social de las comunidades donde viven estos inmigrantes no autorizados. Simplemente tienen que irse.
Pero la verdad es que no debería sorprenderme, este es el mismo Mitt Romney que nos ha dicho que disfruta cuando despide gente, que no le interesan los pobres, que la gente que está en la asistencia social se creen víctimas y no desean superarse, y que con ingresos anuales de varios millones de dólares se burla de los desempleados al decir que es uno de ellos.
Además es el mismo Romney que en su juventud asaltó a un compañero de clases por ser homosexual y que ahora califica este hecho como una broma.
Debo decirlo, el Mitt Romney ser humano me asusta tremendamente. Gobernar requiere de un mínimo de humanidad y compasión.