Hispanos festejan Acción de Gracias con su estilo
Muchos hispanos celebran el Día de Acción de Gracias con variantes propias de sus países de origen.
Muchos hispanos del sur de California celebran el Día de Acción de Gracias en la manera tradicional anglosajona, pero hay otros que optan por variantes propias de sus países de origen o de sus propios gustos familiares.
“Thanksgiving”, una de las más importantes celebraciones familiares del año, representa una importante oportunidad para el encuentro familiar y la reunión de aquellos que se encuentran lejos del hogar.
“Para esta celebración siempre esperamos a nuestros dos hijos que están estudiando, uno en Washington y el otro en Colorado”, contó a Efe Jorge Portillo, un salvadoreño que llegó a EE.UU. hace más de 20 años y vive con su familia en el Valle de San Fernando, al norte de Los Ángeles.
“Nuestra familia, que es muy grande, aprovecha esta fiesta para reunirse toda entera”, contó Maricela Casillas, nacida en Long Beach, al sur de Los Ángeles, aunque de origen mexicano. “Mi mamá es de Sinaloa y mi padre es de Jalisco”, dijo al explicar cómo aprendió a cocinar.
“Para nosotros es una tradición preparar unas deliciosas enchiladas que no pueden faltar en la mesa junto al pavo relleno”, señaló Maricela, mientras demostraba cómo prepara sus “enchiladas de Acción de Gracias”.
En muchos hogares, el día de Thanksgiving se sigue la línea tradicional del pavo asado, el relleno, la salsa de arándanos, el puré de papas y los postres, como el pastel de calabaza y la tarta de manzana.
Sin embargo, en otras familias hispanas el pavo frecuentemente se ve acompañado de carne asada, enchiladas, frijoles, tamales, pupusas, arepas o hasta buñuelos, dependiendo del país de origen y los gustos familiares.
Así, por ejemplo en la celebración de los Martínez, originarios del norte de México, además del tradicional pavo relleno con la fórmula “secreta” de la abuela Rosario, nunca faltan los frijoles, una buena salsa picante y un reconfortante plato de menudo.
Para los Olarte, cuyos abuelos provienen de El Salvador, el pavo se hace con un acompañamiento especial de verduras, que gusta mucho a los abuelos pero muy poco los nietos, y se ve rodeado de trozos de carne asada, porciones de cerdo y las famosas pupusas -arepas de maíz rellenas con queso- típicas del país centroamericano.
Para los Rodríguez, una familia de origen colombiano la cena de Acción de Gracias gira alrededor del pavo relleno, pero es un día en el que se aprovecha para preparar además esponjosos buñuelos, como anuncio oficial de la Navidad.
“A nosotros nos encantan los buñuelos y siempre los incorporamos en la cena de Acción de Gracias”, contó Niza Rodríguez al explicar cómo prepara los buñuelos dorados y esponjosos.
“De esa forma, le damos la bienvenida a la Navidad”, agregó la mujer, que destacó que tampoco faltan las arepas de maíz, “que gustan tanto a chicos como a grandes”.
Las bebidas también varían de acuerdo al país: las “aguas frescas”, jugos generalmente de fruta, son indispensables en las celebraciones familiares mexicanas, mientras la malta y la kola roja son apreciadas en la cena de algunas familias suramericanas.
Aunque en muchas familias hispanas se disfrutan las delicias de los vinos tintos, blancos o rosados para acompañar la comida, siempre habrá quienes prefieran una buena cerveza latina con fuerte sabor.
Y para terminar, después de cenar, un café cargado ayuda a continuar una buena conversación o a conducir un vehículo con atención a quienes deben regresar a sus casas.
Así, en Los Ángeles, aunque el pavo “sigue siendo el rey”, debe compartir su trono en la mesa del comedor con un buen bife o unas costillas de cerdo y se verá frecuentemente rodeado de un humeante pozole o hasta de un robusto burrito.