Hispano protege relleno sanitario con halcones
La docena de halcones entrenados disuade a las gaviotas de buscar comida.
Los Ángeles .- El hispano Jorge Herrera cuida del vertedero de El Sobrante, ubicado en la localidad de Corona (California) con una docena de halcones entrenados para disuadir a las gaviotas que se acercan al basurero en busca de comida.
“Lo que hacemos es entrenar a estos pájaros, volarlos y dejar que hagan ejercicio para que las gaviotas los vean y no se arrimen”, explicó este halconero sobre este particular trabajo que realiza de 7 de la mañana a 5 de la tarde.
Con sus 486 acres y la capacidad para recibir hasta 70,000 toneladas de desperdicios sólidos cada semana, El Sobrante es un relleno sanitario cuyos administradores han visto la necesidad de tomar cartas en el asunto del impacto ambiental de su operación en las zonas aledañas.
“A los pájaros les encanta venir a los vertederos porque quieren encontrar comida, pero una vez se dan cuenta que no es comida, botan (lo que han recogido) y ensucian el área de los alrededores”, dijo Lily Quiroa, portavoz de la empresa Waste Management, que opera el relleno.
Para Quiroa, parte de manejar una operación como El Sobrante es poder controlar a los pájaros que abundan en estos sitios, para lo cual se han tratado varios caminos.
“Para nosotros un halconero es la mejor opción para controlar (a las gaviotas). Antes usábamos pistolas de ruido, pero los pájaros son muy listos, y al terminar la bulla, regresaban”, recordó.
Herrera, quien trabaja en El Sobrante desde hace unos tres años a través de su empresa XFalconry, explicó que aunque las gaviotas no forman parte de la dieta de sus halcones, la presencia de estas aves rapaces hace que éstas huyan.
“Los alimentamos con pichones, ratones y codornices, y no queremos que se acerquen mucho a las gaviotas porque en la lucha pueden salir heridos”, afirmó.
Además, explicó que tiene mucho cuidado de no exponer a sus animales a depredadores de mayor tamaño, como las águilas que rondan El Sobrante y que les pueden causar un daño fatal.
El entrenamiento tiene como base el conocimiento profundo de estas particulares criaturas, que luego de mucha paciencia y trabajo, se dejan amaestrar y comienzan desarrollar una relación muy cercana con sus entrenadores, basada en la “confianza”.
“Todo lo que hacemos es positivo, nada negativo cuando están volando ellos regresan porque nos conocen y no tienen miedo de nosotros, nos tienen confianza”, explica Herrera.
Sin embargo, y como medida de prevención, en sus patas les coloca un detector electrónico que le permite encontrar al animal en caso de que éste decida no regresar a su llamado.
En total, Herrera entrena un grupo de 13 halcones, en su mayoría pertenecientes a las razas Barbary y Sacre, ejemplares de tamaño mediano, cuyo peso puede alcanzar unos 600 gramos.
Estas aves rapaces se adaptan muy bien al clima del sur de California.
Herrera, por su parte, también ha negociado contratos con hoteles ubicados en la zona costera, para encargarse de espantar las gaviotas que atraen los turistas y ensucian las comunidades adyacentes.
El trabajo con los halcones es parte de una serie de iniciativas sostenibles como la generación de energía con base en los gases del relleno y controles de sistema ambiental de filtración, con las cuales Waste Management protege unos 600 acres que rodean el relleno sanitario, y que se encuentran actualmente en la categoría de hábitat permanente de conservación natural.