Huelguistas aceptan un mediador
Hay un pequeño avance cuando la protesta pasa a su noveno día
Cientos de choferes de los puertos de Los Ángeles y Long Beach esperaban desde sus casas, donde han permanecido desde la semana pasada por la huelga de oficinistas, o atrapados en el tráfico de las pocas terminales abiertas a que un mediador federal ayude a resolver el conflicto.
“Si esto sigue hasta la próxima semana voy a tener que buscar otro trabajo”, comentó José Alcalá, un conductor de camiones de carga que desde el miércoles ha ganado unos 30 dólares por día. Ayer sólo tenía en la bolsa una moneda de cinco centavos que se encontró tirada en la calle.
“Esta semana no pagué la casa, el carro, nada, porque no tengo dinero”, dijo Alcalá, originario de Jalisco y quien ha trabajado en los puertos desde hace 10 años. Ayer martes, para recoger el único contenedor del día, calculaba una espera de tres horas en una terminal de Long Beach.
Él es uno de los pocos que han tenido por lo menos unas cargas que transportar. Otros, como Alberto Quiteno, se han quedado en casa sin ganar un solo centavo. “No estamos trabajando porque no hay acceso a los puertos”, dijo el camionero, quien ha estado desocupado desde el pasado viernes.
La Asociación de Camioneras de California (CTA) calcula que alrededor de 10 mil choferes han sufrido las consecuencias de la clausura de 10 terminales marítimas, que ha derivado en el desvío de buques de carga a puertos de México, Canadá y Panamá.
El grupo gremial y la Asociación de Empleadores de los Puertos de Los Ángeles-Long Beach (HEA) aceptaron ayer tener un mediador federal en la mesa de diálogo, algo que algunos tomaron como una señal alentadora para destrabar el conflicto. “Tengo la esperanza de que lleguen a un acuerdo para poner fin a la huelga lo antes posible”, dijo ayer el alcalde angelino, Antonio Villaraigosa, al anunciar el pacto, aunque el Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenistas (ILWU), que representa a los oficinistas, lo tomó con pinzas.
Mientras no haya seguridad laboral para los empleados y sus familias, según el grupo, la huelga seguirá en pie.
