Pacquiao y Márquez decididos a que no queden dudas (video)
Tanto Pacquiao como Márquez, en su cuarta pelea, saldrán hoy decididos a buscar el convincente nocaut
LAS VEGAS.— En un cambiente caldeado por la motivación de las fanaticadas y la promesa de un gran combate por parte Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, ayer se cumplió la ceremonia de pesaje que puso la cuenta regresiva, en horas y minutos, al cuarto capítulo de la guerra entre dos figuras que con el paso del tiempo han construido, con empeño, valentía y talento, una rivalidad ya legendaria en el boxeo mundial.
Al margen del color y la fiesta propios de esta clase de eventos en su día preliminar, la notoria diferencia en el peso de los dos contendientes se robó los reflectores en una tarde fresca, con un clima en el que ya se adivinan señales del invierno que viene.
El dictamen de la báscula dijo que “Manny” Pacquiao dejó 147 libras, justo el límite de la división welter, mientras su empecinado enemigo marcó 143 libras.
Una diferencia de cuatro libras a la que le caben diversas interpretaciones, si tenemos en cuenta que Márquez y Pacquiao, que pelearon la primera vez en 126 libras, han tenido un desarrollo similar en los años recientes de sus carreras.
Después de tres combates plenos de rigor, y ninguno de ellos exento de polémica, el zurdo filipino, ocho veces campeón mundial, aceptó darle una oportunidad final al mexicano, quien nunca admitió que había perdido.
“Esta pelea es la oportunidad para probarle a Márquez, que le he ganado limpiamente aunque él no lo admita”, dijo “Pacman” en la etapa promocional y ayer agregó: “Vamos a dar un gran espectáculo a la gente y estoy seguro que le voy a dar una gran victoria a todos los filipinos y a todos mis seguidores”.
Márquez, quien salió a la tarima expresando un gran entusiasmo e invitando a los mexicanos presentes a apoyarlo en esta cita decisiva para su carrera, también fue parco en su declaración.
“Vamos a probarle a Pacquiao quién es el mejor. Espero contar con todos mañana [hoy] para que le regalemos una victoria a México”. Exaltó el nivel de preparación alcanzado y agregó que aunque espera ganar por nocaut, está listo para otra batalla venga como venga.
“Nos conocemos demasiado después de 36 asaltos, eso garantiza que habrá sorpresas en el ring para ganar esta pelea”, agregó Márquez.
Convencidos que después de sus enormes carreras no tienen nada que probar, salvo la superioridad sobre su enemigo de hoy, Pacquiao y Márquez coinciden esta vez en que quieren ganar por nocaut.
“Voy a ser más agresivo”, fue la sentencia de Pacquiao, cuyo mánager Freddie Roach dijo que van a ganar por nocaut y que “Márquez se verá esta vez lento como una tortuga”.
Lo real y en términos de lo que pueda ser el trámite de la pelea, es que con 147 libras sobre sus piernas, el filipino podría ser, no más rápido, sino más fuerte, para cumplir su plan de pelea.
A su vez Márquez, podría lucir notoriamente liviano y con facilidad para caminar el ring, pero con propensión a aguantar menos las manos pesadas de un hombre al que le da una ventaja de cuatro libras que a la hora de la pelea puede ser el doble.
Vale recordar que hace un año en este mismo escenario, Márquez se quedó con la manos vacías después de cumplir una estrategia impecable que frustró el ataque de Pacquiao, pero no tuvo cómo llegar hasta él para conectarlo a pleno y marcar mejor en las tarjetas de los jueces.
Estilos hacen peleas, y visto en lo previo, es predecible un trámite con Pacquiao yendo a buscar y Márquez pasando sus mejores golpes para castigar en el contragolpe.
Es decir, los dos rivales van a aplear al argumento central de su boxeo para buscar la victoria y acaso puedan aparecer factores exógenos —sorpresas significativas— que puedan cambiar la historia.
Lo primero sería pensar que Márquez cumpla su palabra de salir a buscar un nocaut pagando el caro tributo de quedar abierto en defensa y expuesto a la velocidad del tagalo. Su derecha volada por afuera y sus largas combinaciones de 10 y12 golpes, han obligado otras veces Márquez a pelear con suma cautela.
No deja de ser una gran incógnita lo que pueden pesar los casi 40 años del mexicano, un ejemplo de disciplina y trabajo, pero que en cualquier momento puede recibir la última llamada de la campana.
Lo de “Pacman” es distinto. A sus 33 años y encaminado a concretar su carrera política, enfrentará después de Márquez, una trilogía de despedida, en la que están considerados nombres como Saúl “Canelo” Álvarez, Floyd Mayweather Jr. y aún el campeón mediano, Sergio “Maravilla” Martínez.
En estos términos, más allá del interés en ajustarle cuentas al azteca, el verdadero interés son los 22-25 millones que le puede dejar este combate.
Con los plazos cumplidos y el lleno asegurado por la protomora Top Rank, la fiesta en los pasillos ha sumado a personajes de la talla de Marco Antonio Barrera, Mike Tyson, JC Chávez, Sergio “Maravilla” Martínez y Floyd Mayweather Jr, unos como observadores y analistas, y otros en plan de conseguir rivales para lo que viene en el primer trimestre del año.
Las horas se escapan por minutos y en un ambiente apenas respirable de presión y nervios el aficionado se dispone a disfrutar del cuarto episodio de una tetralogía que ya tiene su lugar en la historia: Pacquiao–Márquez IV.
El platillo previo para los aficionados lo conforman:
El campeón ligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Miguel ‘Títere’ Vázquez (32-3-0, 13 ko’s) expondrá por quinta vez su título, al enfrentar al invicto filipino Mercito Gesta (26-0-1, 14 ko’s), en un capítulo más de la excitante y apasionante rivalidad boxística entre México y Filipinas.
Por el campeonato mundial interino superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el ‘Ciclón de Guantánamo’ Yuriorkis Gamboa (21-0-0, 16 ko’s) se medirá al zurdo filipino Michael Farenas (34-3-4, 26 ko’s).
Y por el cetro mundial pluma Interino AMB, en duelo de invictos, el dominicano Javier Fortuna (20-0-0, 15 ko’s) le hará frente al irlandés Patrick Hyland (27-0-0, 12 ko’s)