El mundo le dice adiós a Jenni Rivera

Las reacciones a la muerte de Jenni Rivera han sido multitudinarias y dramáticas, acorde con la inesperada y dramática noticia de su muerte el domingo en un accidente aéreo

Concierto de Jenni Rivera en Monterrey el sábado.

Concierto de Jenni Rivera en Monterrey el sábado. Crédito: Agencia Reforma

Jenni Rivera tuvo una vida intensa. De extremos. Una vida que iba del éxito al escándalo, del aplauso al dolor familiar. Una mujer aguerrida, que logró lo que nunca se imaginó y en una carrera para la que menos se había preparado.

En una entrevista con ¡hola LA! en agosto pasado en su casa de Encino, Rivera contó que formar parte del mundo del espectáculo era lo que menos se había imaginado.

“Según yo, iba a seguir vendiendo casas y mi idea era tener mi propia empresa de bienes raíces, ese era mi negocio”, dijo. “Aunque esta no era mi visión, era la visión de alguien, la visión de Dios. Lo que él quería para mí, por lo que pude incursionar en una industria en donde dominaba el artista masculino”.

Jenni Rivera nació el dos de julio de 1969 en Long Beach, California, y fue la tercera de cinco hermanos: Pedro, Gustavo, Lupillo —tambien cantante—, Juan y Rosy. Sus padres Rosa Saavedra y Pedro Rivera, emigraron de México en busca de un mejor futuro.

Fue una mujer que siempre se desatacó por hablar sin cortapisas, por ser honesta y hablar las cosas de frente sin importar el juicio que se pudiera tener de ella. Algo que siempre la caracterizó fue el amor por sus fans, algo que reconocía en todo momento, el apoyo que le daban, y en honor a ellos, salía a enfrentar cualquier acusación que se le hiciera.

A los 15 años Jenni Rivera quedó embarazada de su novio José Trinidad Marín, padre de su primera hija, Janney “Chiquis” Marin, lo que le causó el distanciamiento de su familia. Al irse a vivir con él, su vida cambió radicalmente porque este le impidió seguir sus estudios y trabajar. Entonces tuvo dos embarazos más y nacieron Jacqueline y Michael.

Pese a la violencia doméstica que vivía en su hogar, Jenni se las arregló para regresar a la escuela y estudiar la carrera de Administración de Empresas, ya que los negocios era lo que más le interesaba .

En 1992 Jenni decidió concluir esa relación de ocho años y enfrentarse sola a la vida con sus tres hijos. Fue así como entró en el negocio de bienes raíces. En ese mismo año Cintas Acuario, la disquera de su padre, comenzó a crecer, ocasión que aprovechó para involucrarse como productora. En 1993 hizo sus primeras grabaciones con la ayuda de sus hermanos Gustavo y Lupillo.

Desde entonces, poco a poco, realizó varias grabaciones y tuvo presentaciones en pequeños locales de Lynwood.

Pero la vida de Jenni siempre estuvo marcada por la polémica y los escándalos, incluso desde antes de ser famosa. En 1995 se enamoró de uno de sus fanáticos, quien sería su segunda pareja, Juan López, y con él procreó dos hijos, Jenicka y Johnny.

Por esa época también, Jenni se enteró que Trinidad, su expareja, había violado a sus propias hijas y a su hermana menor Rosy, aunque no fue hasta años más tarde que dio a conocer públicamente esa situación a través de una entrevista, con la intención de dar con el paradero de Trino, que se encontraba prófugo de la justicia.

Luego Juan fue acusado por las autoridades de este país por pasar inmigrantes de manera ilegal y, sin importarle las críticas, Jenny siempre le dio su apoyo.

En 1999, gracias a su disco Si quieres verme llorar, Jenni comenzó a acaparar la atención de más seguidores que se identificaban con ella, una madre soltera de cinco hijos que tenía que salir a trabajar arduamente para mantenerlos.

Las experiencias de ella y sus fans se convirtieron en la letra de sus canciones.

En 2000 grabó su primer disco con banda, Que me entierren con la banda y su popularidad comenzó a crecer. En 2001 publicó otra placa Querida socia, un tema que causó gran revuelo. En 2002 volvió con otro gran éxito, Se las voy a dar a otro.

Para entonces, Jenni había dejado de ser “la hermana de Lupillo”, para convertirse en simplemente Jenni Rivera, la Diva de la Banda.

En ese mismo año, por primera vez recibió una nominación al Latin Grammy, en el apartado de Mejor Álbum Banda, y al Billboard Latino.

Y de ahí a la fecha, Jenni cosechó un emporio con su carrera. Fue ganadora de 15 Discos de Oro, 15 Discos de Platino y cinco Discos de Doble Platino certificados por la RIAA, con cerca de 20 millones de placas vendidas.

Jenni era una de las artistas más taquilleras en Estados Unidos. Fue la única mujer, cantante de regional mexicano, que logró llenar el Staple Center, que tiene capacidad para 20 mil asistentes.

La intérprete de Las malandrinas, logró siete nominaciones en los premios Billboard, convirtiéndose en la primera mujer intérprete de regional mexicano en conseguir tantas nominaciones.

Sin embargo, nunca pudo lograr llevar a su oficina, donde tenía todos sus galadornes, un Latin Grammy y un Grammy, que era lo que más deseaba.

“Ahí solo me faltan un Latin Grammy y un Grammy”, expresó en una entrevista.

Aunque en Estados Unidos, Jenni gozaba de gran éxito, era totalmente desconocida en México, hasta 2008 que fue cuando comenzó a conquistar tierras aztecas.

En 2009 Jenni publicó su disco La gran señora, mote que se ganó de manera inmediata.

En 2010 Jenni contrajo matrimonio con el exbeisbolista Esteban Loaiza, quien se convirtió así en su tercer esposo. Fue una boda de ensueño. En cada oportunidad declaraba el amor por su esposo, por sus hijos y por su, entonces, única nieta, que siempre fue su adoración.

En ese lapso surgen nuevos escándalos con su hijo Michel, por la agresión que Jenni da a una fan en México y la agresión de su hermano Juan contra un fanático en el mismo país.

La presencia de Jenni en televisión no solo fue en los programas de chismes. La producción de un reality show , I Love Jenni por el canal de cable Mun2, fue su inicio como productora. Pero sus intensiones iban más allá.

En alguna ocasión anunció que quería retirarse y, durante la entrevista antes citada para ¡holaLA! declaró que “me retiraría para trabajar, buscar otro reto como tener mi propio programa de televisión, ser como Oprah Winfrey… yo quiero ser propietaria de mi show, yo quiero ser Oprah, eso me veo haciendo”.

Ese objetivo estaba casi a un paso de cumplirse. Tan solo la semana pasada, ABC anunció el visto bueno a la serie de comedia Jenni, que iban a producir y escribir el productor de Broadway Robert L. Boyett y Robert Horn (Designing Women).

Pero la vida personal siempre estaba interponiéndose con al profesional. En septiembre pasado, Jenni Rivera dio un anunció que sacudió a los medios: su divorcio con Loaiza, por una situación que nunca aclaró directamente, pero que dejó entrever se trataba de un supuesto romance entre el expelotero y su hija “Chiquis” Rivera.

Jenni siempre polémica, siempre querida, siempre como La Gran Señora. A Jenni Rivera le sobrevivien sus hijos Janney “Chiquis” (27), Jaquie (23), Michael (21), Jenicka (14) y Johnny (11) y sus dos nietas. Además de sus padres y cinco hermanos.

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