Carlos Fuentes, el gran vendedor de libros en 2012
La industria editorial abordó todos los campos del quehacer humano durante 2012. Vida y pensamiento, historia, arte universal, obras reunidas y letras mexicanas fueron los temas más abordados; Carlos Fuentes fue el gran vendedor de libros y Carlos Monsiváis siguió enseñando.
México.- El pasado martes 15 de mayo, falleció el escritor y ensayista mexicano Carlos Fuentes, nacido en 1928. La noticia dio la vuelta al mundo en cuestión de minutos y a partir de ese momento, las librerías, ferias del libro y librerías de viejo del país comenzaron a reportar elevadas ventas de las obras escritas por él.
La reacción fue inmediata debido a que Fuentes fue uno los escritores mexicanos más prolíficos y reconocidos en el mundo. Su carrera le granjeó honores como el Premio Cervantes, dado sólo a tres mexicanos más (Octavio Paz, Sergio Pitol y José Emilio Pacheco), y así como el inestimable Premio Príncipe de Asturias.
Algunos de sus títulos más celebrados y vendidos son: “Cantar de ciegos” (1964), “Cambio de piel” (1967), “Cumpleaños” (1969), “Terra nostra” (1975), “La cabeza de la hidra” (1978), “Gringo viejo” (1985), “Cristóbal Nonato” (1987), “La campaña” (1990) y “La frontera de cristal. Una novela en nueve cuentos”.
Sin embargo fue, y sigue siendo, “Aura”, la novela corta de Carlos Fuentes publicada por primera vez el 30 de mayo de 1962, la obra que pronto se agotó en más de una librería. Este mismo año ya había comenzado con un especial hado, pues diversas instituciones la homenajearon por su cumpleaños 50, incluida la FIL de Guadalajara.
Otros títulos de Fuentes que los lectores expertos, novatos, y aun los no lectores literalmente corrieron a comprar fueron “Instinto de Inez” (2001), “La silla del águila” (2003), “Todas las familias felices” (2006), “La voluntad y la fortuna” (2008), y “Adán en edén” (2009). Luego de su muerte se publicó, también de su autoría, “Federico en su balcón”.
Mientras Carlos Fuentes fue durante 2012 el gran vendedor de libros en México, y tal vez en muchas otras naciones del mundo, el intelectual, periodista, cronista y coleccionista Carlos Monsiváis (Ciudad de México, 4 de mayo de 1938-Ciudad de México, 19 de junio de 2010) mantuvo su espíritu de ilustrar a sus lectores.
Eso, porque a sus éxitos de crítica y público “Días de guardar” (1970), “Amor perdido” (1976), “El crimen en el cine” (1977), “Escenas de pudor y liviandad” (1988), “Por mi madre, bohemios I” (1993) y “Los mil y un velorios. Crónica de la nota roja” (1994), sumó hace unas semanas “Las esencias viajeras” (2012).
Con este libro, último gran ensayo escrito y preparado por Carlos Monsiváis, el intelectual mexicano por antonomasia sigue enseñando, iluminando, instruyendo y hasta educando a sus legiones de lectores. Es una crónica cultural de los últimos dos siglos de y en Latinoamérica. Un texto monumental.
“Los rituales del caos” (1995), “Cultura popular mexicana” (1995), “Aires de familia. Colección de Carlos Monsiváis” (1995). “El bolero” (1995), “Recetario del cine mexicano” (1996), “Del rancho al internet” (1999), “El estado laico y sus malquerientes” (2008) y “El 68. La tradición de la resistencia (2008)” son otros de sus títulos.
Durante el periodo que cubre este análisis se publicaron obras de todo género para satisfacer las expectativas y deseos de todos los lectores. Un ejemplo es “Corazón indígena. Lucha y esperanza de los pueblos originarios de México”, de Luis H. Alvarez, un certero registro de lo que el autor ha presenciado en años recientes.
Otro título que causó grato impacto es “Paisaje caprichoso de la literatura rusa”, una antología cuya selección, traducción y notas se deben a Selma Ancira. El prólogo es de Juan Villoro. Por “caprichoso”, en este caso, debe entenderse un trabajo libre y creador tanto de los autores seleccionados como de la especialista en literatura rusa.
“El legado escrito de los mayas”, de Mercedes de la Garza, irrumpió en las mesas de novedades para satisfacer a cierto público lector. Ignorados en diversos archivos de América y Europa, permanecieron durante varios siglos los textos escritos después de la conquista española, en lenguas mayas y carácteres latinos.
Esos escritos constituyen una de las más importantes manifestaciones del pensamiento, la forma de vida y capacidad literaria de los hombres mayas. Aquellos textos, junto a inscripciones jeroglíficas halladas en antiguas ciudades mayas y tres códices prehispánicos forman el objeto de estudio de este libro.
Caso aparte es “Tiempo de ángeles”, de Homero Aridjis, con ilustraciones de Francisco Toledo. Lo angélico no deja de ejercer un enigmático poder cautivador. Lo angélico posee un reino intangible que habita en medio de ruinas milenaristas. Aridjis es dueño de una voz poética cadenciosa y enérgica, profunda y suave.
Sin embargo, no todos los libros que aparecieron este año fueron novedades. Hubo también reimpresiones exitosas como “Magistrado de la república literaria. Una antología general”, de Vicente Riva Palacio, que incluye obras de bien merecido prestigio, como “Monja y casada, virgen y mártir” o “Martín Garatuza”.
El libro, con edición moderna de Esther Martínez Luna, contiene además una selección de “Los cuentos del general”, “Los Ceros. Galería de contemporáneos” y “Memorias de un impostor, cartas, poemas y piezas de teatro”. En síntesis, se trata de un espléndido registro de un escritor fundamental del siglo XX mexicano.
Obviamente, el lector infantil no podía quedar a un lado. Además de numerosos títulos publicados este año para ese sector de la sociedad, se realizaron algunas reimpresiones de clásicos como “Los cisnes salvajes”, del genial Hans Christian Andersen, ahora con ilustraciones de Joanna Concejo y traducción de Clara Stern.
En esta historia, la maldad de una reina aleja a la pequeña princesa Elisa de sus 11 hermanos, a los que un embrujo convierte en cisnes. Ella va a parar al campo, entre hombres y mujeres que le son extraños. Allí debe permanecer, conforme al designio maligno, hasta que cumpla 15 años. A esa edad vuelve al palacio, pero hechizada por la reina para que su padre no pueda reconocerla. Entonces…
Finalmente, para los chicos que les gusta la ciencia, “Más animales al natural, 3. Un zoológico portátil”, de Teruyuki Komiya, Toshimitsu Matsuhashi, Akio Kashiwara y Masae Takaoka, obra traducida al español por María del Carmen Harada. Los niños y jóvenes lectores aprenden aquí que la naturaleza atesora numerosas enseñanzas para los seres humanos.