Escombros del tsunami de Japón llegarán a California
Los voluntarios que recorran las playas de California este invierno encontrarán restos arrojados por el terrible tsunami que en 2011 golpeó la costa de Japón
Los trabajadores voluntarios que recorran las playas de California este invierno no solo estarán buscando plástico, colillas de cigarro y basura de este tipo, sino también restos flotantes del terrible tsunami que el año pasado golpeó la costa de Japón.
Con tarjetillas en mano, quienes inspeccionen las playas estarán tratando de clasificar cualquier botella de agua, boya salvavidas, herramienta de pescar o algún otro artículo que quizás haya navegado a través del Océano Pacífico hasta parar en la costa californiana, que se extiende a lo largo de unas mil 100 millas.
El fenómeno natural que se registró en marzo de 2011 se llevó al mar unas cinco toneladas de escombros. La mayor parte de estos se hundieron en el fondo del mar pero se calcula que unas 1.5 toneladas posiblemente hayan quedado flotando. Nadie puede determinar qué porción de esos restos —esparcidos sobre un espacio que triplica la extensión territorial de Estados Unidos— se encuentre todavía a la deriva.
Algunos restos flotantes de tsunami fueron encontrados ya este año en la región noroeste de la costa del Pacífico así como en Hawaii. No obstante, la Costa Oeste se está preparando para recibir aún más de estos a medida que los vientos de temporada y las corrientes de agua que impulsan las olas vayan arrojando a las playas los despojos marinos.
Tal como ocurrió el invierno pasado, los expertos predicen que la mayor parte de los escombros se asienten en algún lugar de Alaska, el estado de Washington, Oregon o Canada. La semana pasada la Guardia Costera pudo detectar un enorme segmento de muelle que posiblemente fue arrastrado desde Japón hacia una zona selvática costera situada en el estado de Washington.
Debido a las precipitaciones que recientemente se han registrado en el norte de California, en ese sector podrían presentarse intermitentes hallazgos de escombros en zonas dispersas, según lo explicó Peter Murphy, experto de la Agencia Nacional de Oceonografía Atmosférica. Esa entidad recibió hace poco un subsidio por cinco millones de dólares de parte del Gobierno japonés destinado a impulsar las labores de detección y eliminación de escombros del tsunami.
Con el fin de prepararse adecuadamente para esta tarea, los funcionarios estatales pusieron en marcha un proyecto para documentar el tipo de artículos que van llegando a la costa y que quizás puedan provenir del tsunami.
Los trabajadores voluntarios que participan en dicho proyecto se encuentran trabajando hombro a hombro con expertos en el cuidado del medio ambiente mientras que rastrean las playas y llevan cuenta de sus hallazgos.
Ese pareciera ser un día normal de limpieza de playas, aunque con la diferencia de que el enfoque ahora está en encontrar artículos que quizás se hayan desprendido en Japón.