Fallece premio Nobel italiana, Rita Levi
Descubrió la proteína del factor de crecimiento del sistema nervioso
MÉXICO, D. F. (Notimex). La prominente investigadora italiana Rita Levi-Montalcini, ganadora del Premio Nobel de Medicina en 1986, y senadora vitalicia, murió ayer a los 103 años de edad en su residencia en Roma, Italia.
Según información pública en el periódico italiano La Reppublica, la sobrina de Montalcini detalló que el deceso ocurrió luego del almuerzo.
El deceso de la descubridora de la proteína de factor de crecimiento del sistema nervioso, fue lamentado por el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, quien aseguró que con su muerte se pierde a una mujer que supo dotar al rigor científico del máximo nivel de humanidad.
Alemanno definió a Levi-Montalcini como extraordinaria, “una mujer que en su larga y espléndida vida mostró un compromiso, una fuerza y un ingenio extraordinarios”.
Por su parte, el también investigador y presidente de la Asociación Italiana de los Valores, Antonio Di Pietro, destacó que Montalcini con su constante empeño en la Medicina ha dado realce a Italia en el mundo.
De acuerdo con el portal en Internet del diario italiano Corriere della Sera, el político Renato Schifani se sumó a las condolencias por el fallecimiento de la destacada investigadora.
“Italia pierde una gran científica y una gran mujer, pero su presencia y conocimiento vivirán por siempre en el recuerdo como un motivo de orgullo para nuestro país”, expresó.
Rita Levi-Montalcini (1909-2012), actualmente considerada una de las más grandes científicas italianas y la única en ser distinguida con un Premio Nobel en la rama científica, vino al mundo el 22 de abril de 1909 en Turín, Italia, en el seno de una familia judía.
Contrario a la voluntad de su padre estudió Medicina en la Universidad de Turín, donde se graduó con honores en 1936.
A causa de las leyes racistas del dictador Benito Mussolini (1883-1945) se trasladó a Bruselas, Bélgica, donde pasó una temporada. No obstante, regresó a Turín poco antes de la invasión Nazi a Belgrado.
En este período en el que huyó de la deportación alemana, fue invitada a ofrecer cátedra en la Universidad Washington de San Luis, Missouri, Estados Unidos, donde a principios de los años 50 realizó su descubrimiento más importante.
Se trataba de la proteína del factor de crecimiento del sistema nervioso, estudio por el que 30 años después fue premiada con el Nobel de Medicina y el cual ha sido fundamental para entender los tumores que repercuten en enfermedades como el Alzheimer.
Según la biografía difundida por El Corriere della Sera, a finales de los 70 regresó a su país natal, con el que no había perdido contacto pues participó en diversas publicaciones, ya que aunque obtuvo la nacionalidad estadounidense no renunció a la italiana.
Abiertamente atea, en 1987 decidió donar parte del estímulo económico del Premio Nobel para la construcción de una sinagoga.
Entre los reconocimientos a los que se hizo merecedora destacan, en 1987, la Medalla Nacional de la Ciencia, de manos del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan.
Fue investida con al menos 20 doctorados Honoris Causa, y fue miembro de las instituciones académicas más importantes a nivel mundial, entre ellas la Royal Society de Londres y la National Academy of Science, de Estados Unidos.
En 1987 publicó su autobiografía llamada Elogio de las imperfecciones, la cual actualizó en 2000 con Cántico de una vida, parte en la que incluyó la correspondencia que sostuvo con su querida hermana gemela Paola, mientras huía de los nazis.
Ya anciana, Montalcini continuaba con su labor a favor de la ciencia y la investigación, y la difusión de la cultura como base para construir una sociedad mejor.
Fue la primera fémina en ser parte de la Academia Pontificia de la Ciencia, a la que ingresó en 2001, además era senadora vitalicia de la República Italiana.