El exilio de Gerard Depardieu a Rusia desata la polémica

El "exilio" fiscal del actor Gérard Depardieu en Rusia y una intención similar manifestada por Brigitte Bardot agudizó hoy en Francia el debate mediático sobre los salarios de actores y actrices del cine galo.

El presidente ruso Vladimir Putin (der.) abraza al actor Gerard Depardieu durante su encuentro ayer en Sochi, Rusia.

El presidente ruso Vladimir Putin (der.) abraza al actor Gerard Depardieu durante su encuentro ayer en Sochi, Rusia. Crédito: AP

PARÍS, Francia.— El “exilio” fiscal del actor Gérard Depardieu en Rusia y una intención similar manifestada por Brigitte Bardot agudizó este fin de semana en Francia el debate mediático sobre los salarios de actores y actrices del cine galo.

A los datos ofrecidos en los últimos días acerca de los sueldos de algunas estrellas del cine francés se unió ayer la revelación de una conversación telefónica mantenida entre Depardieu y el presidente de la República, François Hollande, el pasado uno de enero.

Aunque los detalles de ese contacto son escasos y hasta se desconoce quién tuvo la iniciativa de llamar, el hecho demuestra hasta qué punto interesa al poder la cuestión de la concesión del pasaporte ruso al actor que encarnó, entre otros héroes, a Cyrano de Bergerac.

El diario francés Le Figaro afirma que Depardieu y Hollande hablaron “de su exilio fiscal, de política y de poesía”.

Además revela una conversación que el actor mantuvo la semana pasada con un amigo en la terraza de su restaurante parisino en la que se quejó amargamente del trato recibido por el poder.

En plena crisis, los salarios de actores y actrices se han convertido en un nuevo ejemplo de excesos que, alimentados con dinero público, ni el Estado ni los franceses parecen poderse permitir.

El diario Le Parisien reveló la lista de los mejor pagados: Dany Boon recibió 3.5 millones de euros (4.5 millones de dólares) por su interpretación en Un plan parfait; François Cluzet , 3.1 millones de euros (cuatro millones de dólares) por su papel en Intouchables, mientras que su compañero de reparto en el mismo filme, Omar Sy, recibió 2.3 millones de euros (tres millones de dólares).

Jean Dujardin, con sus dos millones de euros (2.6 millones de dólares) por The Artist, Gérard Depardieu con la misma cantidad por Astérix y Obélix au service de Sa Majesté, les siguen en la clasificación.

La polémica fue lanzada el pasado 29 de diciembre por el productor y distribuidor Vincent Maraval en una tribuna publicada por el diario Le Monde, donde consideró que “a los actores franceses se les paga demasiado”, y sigue dando que hablar.

Otro de los actores preferidos por los franceses, François Berléand, en gira teatral con Quadrille, declaró el fin de semana a Le Parisien que “en Francia hay un verdadero problema” en relación con los salarios de su profesión.

Aunque matizó: “a algunos se les paga demasiado, pero el 99% de ellos están mal pagados”.

A pesar de que el papel que el apoyo público pueda tener en la atribución de sueldos “estelares” resulta controvertido, puesto que las ayudas del Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada (CNC) llegan de media al 15% del presupuesto de una película, el asunto ha alimentado de nuevo el debate sobre la implicación del Estado.

El profesor de Economía Olivier Bomsel explicó en las páginas de Libération que el reto ahora es hacer que el servicio público se fije más en la producción de series de televisión que en la financiación de filmes para convertirse en un instrumento de fomento de la innovación, exento de la lucha por la audiencia.

Bomsel opinó además que las cintas financiadas con fondos del CNC deberían tener limitado el sueldo de los artistas, aunque también admitió que seguramente se encontrarán maneras de obviar ese techo para hacer que las estrellas sigan cobrando grandes cantidades, lejos sin embargo de las cifras del cine de Hollywood.

Según prevé el CNC, durante 2013 el fondo de apoyo público al cine francés contará con 700 millones de euros (914.7 millones de dólares), cantidad menor si embargo a los más de 784 millones de euros (1,024 millones de dólares) de 2011 y casi idéntica a la de 2012.

La cantidad prevista se financiará íntegramente, según los datos publicados por el CNC, con cargo fundamentalmente a impuestos sobre las entradas de cine y tasas que gravan a editores y distribuidores de servicios de TV.

Al calor de la polémica suscitada por el exilio de Depardieu, las intenciones declaradas de otro mito del cine francés, Brigitte Bardot, de adoptar la nacionalidad rusa motivaron más comentarios irónicos.

Por ejemplo, el del político ecologista Daniel Cohn-Bendit, quien declaró sobre la amenaza de Bardot de irse a Rusia si no se suspende el sacrificio de dos elefantes en Lyon: “que se vaya a Rusia, cambiar de Saint Tropez a Siberia, le va a resultar formidable”.

ABRAZO MILLONARIO

MOSCÚ, Rusia (EFE).— El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se reunió con el al actor Gerard Depardieu, a quien le concedió el pasado jueves la ciudadanía rusa, informó ayer el Canal Uno de este país.

“El presidente [Putin] tuvo una breve reunión con Gerard Depardieu, de visita particular en Rusia”, señala un comunicado del Kremlin, colocado en su página oficial.

Dmitri Peskov, portavoz del presidente, informó también de que al actor se le entregó su nuevo pasaporte ruso.

Precisó que Putin y Depardieu abordaron las cuestiones de una película sobre Grigori Rasputín protagonizada por el actor, ahora ciudadano de Rusia.

Las imágenes difundidas por la televisión rusa mostraron a los dos abrazándose durante una reunión en Sochi, ciudad balneario que acogerá los Juegos Olímpicos de 2014.

Depardieu, quien había expresado su deseo de renunciar al pasaporte francés por la decisión del Gobierno galo de elevar al 75% los impuestos a los más ricos, llegó a Moscú la noche del sábado para reunirse con Putin, por quien anteriormente expresó su admiración, así como para obtener su nuevo pasaporte, según medios rusos.

El presidente de Rusia firmó el decreto de concesión del pasaporte ruso a Depardieu, nacido en Francia en 1948 y que ha dado vida a personajes como Obelix, Cyrano de Bergerac o Martin Guerre, en virtud del artículo 89 de la Constitución rusa.

Putin ya le había prácticamente garantizado el mes pasado en rueda de prensa la concesión de la ciudadanía rusa si el artista decidía finalmente renunciar a la francesa.

En dicha rueda de prensa Putin prometió la expedición de un pasaporte ruso al artista, aunque destacó que “él [Deapardieu] se considera francés”.

“Él se considera europeo y ciudadano del mundo. Pero quiere mucho a su país, su cultura y la vive. Estoy seguro de que ahora no está atravesando un buen momento, pero esto acabará”, apuntó.

El actor, de 64 años, anunció hace unas semanas que trasladaría su residencia fiscal a la localidad belga de Néchin, a apenas un kilómetro de la frontera francesa.

Su decisión fue tachada de “lamentable” por el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, lo que indignó a Depardieu, quien reaccionó anunciando su voluntad de renunciar la nacionalidad francesa.

El actor aseguró hace unos días que no reconsideraría su decisión después de que el Consejo Constitucional francés rechazara esa medida anunciada por socialista Francois Hollande, durante su campaña electoral para las presidenciales.

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