Retiran en México polémica estatua de “dictador”
La efigie de Heydar Aliyev, expresidente de Azerbaiyán, fue retirada esta madrugada del parque en que se erigía en Ciudad de México
México – La polémica estatua de Heydar Aliyev, expresidente de Azerbaiyán, fue retirada la madrugada de este sábado del parque en que se erigía en Ciudad de México, informó el Gobierno de la capital.
Un comunicado oficial señaló que la estatua “ha sido retirada y trasladada bajo los protocolos técnicos necesarios que garantizan la integridad de la pieza escultórica”.
El Gobierno capitalino expresó que “continúa abierta la mesa de diálogo y el objetivo es encontrar el espacio definitivo para que sea reubicada la escultura” de Aliyev.
“En tanto esto sucede, la misma estará resguardada por el Gobierno del Distrito Federal (Ciudad de México) o a disposición de la Embajada de Azerbaiyán, si así lo determina la sede diplomática”, abundó.
Finalmente, reiteró “su mayor respeto al pueblo azerbaiyano, a su cultura y tradiciones, y refrenda su voluntad y apertura al diálogo con su embajada en México”.
Medios locales reportaron que cientos de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública llegaron durante la madrugada en sus vehículos al Parque de la Amistad, en el emblemático Paseo de la Reforma, y formaron un cerco para resguardar a los trabajadores que desmontaron la estatua de su pedestal con ayuda de maquinaria pesada.
El monumento de bronce, de 3,6 metros de altura, fue cubierta con hule espuma, retirado con una grúa y colocado en la plataforma de un camión de remolque.
De acuerdo con los reportes, la escultura fue llevada a una bodega del Gobierno capitalino en el norte de la ciudad.
La estatua, develada apenas el 22 de agosto de 2012 por el entonces alcalde Marcelo Ebrard y funcionarios de Azerbaiyán, fue motivo de una polémica a raíz de que vecinos e intelectuales objetaron que se homenajeara a un “dictador”.
Aliyev, un exagente de la agencia de espionaje soviética KGB, gobernó su país desde 1993 a 2003 y fue sucedido después de su muerte por su hijo, Ilham Aliyev. Muchos lo consideran un tirano y lo acusan de corrupción y abusos a los derechos humanos.
“Ya tenemos nuestros personajes infames; ya tenemos narcos, asesinos, psicópatas. No necesitamos importar gente infame de fuera”, dijo a Efe en octubre del año pasado el escritor mexicano Homero Aridjis.
La polémica creció a grado tal que el Gobierno de Ciudad de México creó una comisión para analizar el tema, la cual recomendó el 23 de noviembre retirar la estatua.
También sugirió modificar la placa colocada en el memorial a la matanza de Jodyalí, ubicado en la Plaza de Tlaxcoaque, y poner la palabra masacre en lugar de “genocidio” para referirse a la matanza de azerbaiyanos atribuida a los armenios en 1992.
La embajada de Azerbaiyán construyó las dos piezas escultóricas con la aprobación de las autoridades locales, y destinó además 65 millones de pesos (unos 5 millones de dólares) a la remodelación de las áreas circundantes.
El embajador de Azerbaiyán en México, Ilgar Mukhtarov, advirtió inicialmente que si retiraban la estatua de Aliyev su país cerraría la embajada y cancelaría inversiones por 4,000 millones de dólares en México.
Posteriormente, Mukhtarov declaró su disposición a dialogar con las autoridades capitalinas sobre las recomendaciones de la comisión.