Candidato para el distrito 1: Jesús Rosas
Jesús Rosas se enfoca en los negocios pequeños
Dueño de una agencia de bienes raíces mezclada con servicios de notaría, Jesús Rosas bien podría ser el representante de la principal fuente de empleo del noreste de Los Ángeles: los pequeños negocios.
No extraña, por esta razón, que se haya convertido en un vocero del sector en la contienda por el Distrito 1 del Ayuntamiento de Los Ángeles, en la cual registró su candidatura. “Mi propuesta es mejorar los pequeños negocios, que es lo que falta mucho, no les han prestado atención”, asegura.
Rosas, nacido en la Ciudad de México hace 61 años, radica en Los Ángeles desde la década de 1970. Él decidió pelear por el puesto que el 30 de junio dejará vacante el concejal Ed Reyes porque piensa que su oficina ha descuidado a los residentes, que cada vez les atienden menos, que les cierran la puerta.
“Mi visión es más grande que la de los políticos”, asegura el aspirante con la campaña más modesta, teniendo alrededor de 2,900 dólares en sus arcas, cien veces menos que sus contrincantes.
“No hemos recibido servicios adecuados en nuestra comunidad, hace falta seguridad, eliminar el grafito”, comenta el candidato, quien se define como un activista con 25 años de experiencia.
Desde su punto de vista, el problema de las pandillas se resuelve de raíz, involucrando a los niños en actividades artísticas y deportivas para no dejar que éstos caigan en sus garras.
A los empresarios, dice, les ofrecerá cursos para mejorar la administración de sus negocios. “Ellos crean más trabajo que las corporaciones”, señala. “Pondré oficinas que ayuden a abrir negocios”, continúa.
De ganar la elección, el aspirante promete centrar sus decisiones en reuniones vecinales mensuales “para que la gente exponga sus necesidades e inquietudes”, precisó.
Residente de Highland Park, Rosas dice entender lo que sufren los automovilistas que atraviesan las pésimas calles del vecindario. “El actual concejal no se preocupó por las calles, ni por las banquetas. Sí hay fondos para repararlas, sólo hay que saberlos distribuir”, señaló.