María Marín publica nuevo libro

DENVER, Colorado.— El nuevo libro de María Marín, Si soy tan buena, ¿por qué estoy soltera?, revela los errores que muchas mujeres cometen al momento de buscar pareja y ofrece consejos para evitarlos.

Esta guía amena para la mujer moderna que está soltera, pero no por elección propia, está dedicado a toda aquella que se considera “divertida, inteligente, trabajadora y dulce” y que, a pesar de sus esfuerzos, no ha podido mantener una relación de pareja exitosa.

La autora asegura que muchas mujeres cambian su manera de ser con tal de amoldarse completamente a su pareja e incluso congelan sus metas y descuidan sus obligaciones para poner al hombre en primer lugar.

Según Marín, la mejor estrategia para conquistar a un hombre no es ser una mujer sumamente buena, pero tampoco ser indiferente o cruel.

“El secreto está en ser astuta”, afirma la autora, que apunta que lo importante es “saber cómo y cuándo dar”.

Marín pregunta retóricamente cómo es posible que en esta época, cuando la mujer ha alcanzado grandes metas y superado retos antes impensables, todavía haya quienes se dejen maltratar o humillar por un hombre.

“La respuesta es sencilla”, escribe, “¡falta de amor propio!”.

La autora explica que quienes carecen de autoestima suelen pasarse la vida culpando a otros por sus desdichas y, por lo tanto, son incapaces de efectuar los cambios necesarios.

Una mujer que no se haya establecido como prioridad en su propia vida, añade, caerá más fácilmente en la red de mentiras e infidelidades de una mala pareja.

A esa misma falta de amor propio le atribuye el que mujeres muy capaces en lo profesional puedan soportar humillaciones tanto físicas como emocionales en el ámbito personal.

Para ilustrar cómo la falta de autoestima afecta a las mujeres, Marín ofrece tres ejemplos: la que se critica continuamente o se compara con otras, la que no puede tomar ninguna decisión por cuenta propia y la que se sacrifica por todos menos por sí misma.

Cada una de estas mujeres, con sus respectivas historias, ilustra cómo la falta de autoestima contribuye a ese comportamiento destructivo y el impacto de éste en sus relaciones personales.

Marín ofrece también un modelo a seguir, el de la mujer astuta, la que no está disponible todo el tiempo ni se desvive por complacer a su pareja.

Se trata de una mujer segura de lo que quiere y de lo que tiene que hacer para lograrlo.

No se trata de ser egoísta, aclara Marín, sino de demostrar que se tiene amor propio y saber que se merece lo mejor.

Marín describe ciertas personalidades masculinas que, según ella, ninguna mujer debe dejar entrar a su vida.

Son tipos conocidos, como el Don Juan, el narciso, el parásito, el controlador, el niño de mamá y el prohibido, que la autora ilustra con anécdotas pertinentes.

Estos hombres exhiben un comportamiento que de primer momento podría parecer aceptable pero que una vez en control de la relación se torna destructivo.

Marín describe las artimañas características de cada uno de estos tipos de hombres y los límites o peligros de aspirar a establecer una relación con ellos.

Aunque el libro aborda exclusivamente el tema de las relaciones heterosexuales, algunas de sus lecciones y consejos podrían aplicarse a otros tipos de relaciones personales.