Sigue amenaza de deportación
Activistas dicen que patrones abusan de los jornaleros y los asustan con el ICE
Mientras el gobierno establece la necesidad de una reforma migratoria, miles de personas que se beneficiarían de ello están siendo deportadas, denunciaron ayer activistas que expusieron el caso de Héctor Nolasco, un jornalero que por reclamar el pago de sus horas extra fue remitido a las autoridades de inmigración.
Nolasco fue detenido el 3 de febrero cuando su patrón lo acusó de intentar agredirlo con una navaja.
Al ser detenido, bajo cargos de asalto con arma blanca, el jornalero fue enviado a una cárcel del condado donde la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), a través del programa Comunidades Seguras (S-Comm), pidió su retención para ser sometido a deportación.
“Nos siguen deportando por la puerta de atrás”, dijo Verónica Federovsky, coordinadora de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).
“El caso de Héctor Nolasco”, agregó, “es un ejemplo de cómo por un lado hablan de la reforma migratoria, pero por otro lado siguen las deportaciones de gente que no es criminal”.
Las estadísticas oficiales, citó Jessica Karp, abogada de NDLON; revelan que cada día más de mil personas en promedio están siendo deportadas en todo el país.
Karp dijo que el único delito de Héctor Nolasco fue reclamar el pago de horas extra y que debido a un patrón sin escrúpulos que no quiso pagar, el jornalero fue a parar a la cárcel.
“Para silenciar a Héctor el patrón hizo un reporte falso a la policía”, mencionó.
Frente al renovado Edificio Federal que alberga las oficinas de inmigración, Fabiola Pérez, esposa de Héctor, estuvo acompañando a representantes de organizaciones como CHIRLA, Idepsca, CARECEN y NDLON, para pedir al público el apoyo para que lo liberen.
En el enlace de Internet: http://www.Bit.ly/helphector fue puede firmar la petición para que ICE deseche la retención que tiene. También se pidió hacer llamadas telefónicas a la línea de ayuda a la comunidad de ICE, 1-888-351-4024, para pedir a las autoridades que reconsideren su caso y no lo deporten.
“Por favor, necesito que la gente me ayude a recolectar las firmas para que le quiten la detención de inmigración, eso es todo lo que yo estoy pidiendo, por favor”, dijo llorando Fabiola, acompañada de su hija Andrea, de 2 años de edad.
Héctor Nolasco, de 34 años de edad, llegó a Estados Unidos hace ocho años procedente de El Salvador y desde entonces ha vivido tranquilamente en el vecindario de Winnetka, sin ningún récord criminal.
“Estamos haciendo esta petición porque Héctor no es prioridad, no debería estar en la cárcel… No puede haber reforma migratoria si se está deportando a la gente a la que se está ofreciendo”, insistió Federovsky.
En el condado de Los Ángeles, agregó, se están deportando más personas que en el condado de Maricopa, donde opera el famoso alguacil Joe Arpaio.
Mariano, quien se gana la vida como jornalero, dijo sentir temor de salir a buscar trabajo porque ahora los patrones pueden agarrar ese pretexto para no pagar lo que es debido.
“Vivimos con el riesgo de que el mismo patrón nos entregue a la policía y por la colaboración que con ICE que nos vayan a deportar”, mencionó.
Jonatha Pérez, activista de los DREAMers, indicó que la colaboración con ICE a través del programa S-Comm, pone en riesgo la colaboración de la comunidad con la policía, y que el caso de Nolasco es un claro ejemplo de cómo los empleadores se están aprovechando de ello para explotar a los trabajadores.