Mucha adrenalina a bordo
Esteban Gutiérrez aspira ser campeón mundial de la F1
MONTMELÓ, España (AP). El primer recuerdo “automovilístico” de Esteban Gutiérrez es el de una tapa redonda que, corriendo a velocidad infantil, manejaba como volante en el domicilio de sus padres en Monterrey, México.
El joven de 21 años ha transitado un largo trecho en poco tiempo hasta encontrarse a las puertas de su estreno como piloto de Fórmula Uno en el próximo Gran Premio de Australia, será el 17 marzo.
Nuevo y cuestionado fichaje de la escudería Sauber, en sustitución de su compatriota Sergio “Checo” Pérez (McLaren), Gutiérrez está plenamente consciente que la etiqueta de “piloto de pago” que acarrea el patrocinio del multimillonario empresario mexicano Carlos Slim arrastra también miradas escépticas sobre su habilidad al volante.
Campeón de GP3 en 2010, irregular en 2012 en GP2 y actualmente probando su nuevo monoplaza en los entrenamientos oficiales del Circuito de Catalunya, afronta las dudas con entereza y sin complejos, consciente de que, si una cosa manda más que las palabras en el circo de la Fórmula Uno, son los resultados.
¿Cómo está durmiendo?
“Muy bien. No me cuesta nada. Estoy muy tranquilo y contento con el equipo”.
¿Y cómo se levanta?
“Muy animado, especialmente cuando hay entrenamientos así. He debido adaptarme, pero tampoco es un cambio drástico”.
¿Sin nervios?
“Es una motivación importante estar al nivel más alto, con los mejores ingenieros y tecnología. El equipo trabaja con gran profesionalidad y eso me otorga tranquilidad”.
¿Cómo se disfruta más: con la tapa o en el bólido?
“Son sensaciones diferentes. Uno es recuerdo de niño, pero ahora es una combinación de deporte con estilo de vida, cada vez más profesional y personal, y responsabilidad creciente. Lo más importante es intentar disfrutar todo lo que se hace”.
¿Sus padres lo disfrutan o lo sufren?
“He tenido un gran apoyo de mi familia desde el inicio. Vienen a todas mis carreras, aunque implica una aceptación muy grande por su parte”.
Recientemente expresó sus dudas sobre su preparación…
“Me malinterpretaron. Dije que no lo sabría hasta disputar la primera carrera, no que no fuera a estar listo”.
¿Qué le falta?
“La práctica es la base de la experiencia y el equipo está adaptando el programa para ponerme al tanto lo más rápido posible. Quiero consolidarme, pues mi meta es ser campeón del mundo”.
Esteban finalizó ayer con el quinto mejor crono de la sesión con 1’26″239/1000, a casi tres segundos del más veloz, en su giro más rápido de los 96 que realizó. Debido a la lluvia protagonizó una bandera roja.