Rubén Pardo hará rugir su motor
NASCAR México competirá por primera vez en un óvalo de los EEUU
Manejar un automóvil que pesa 2,250 libras a una velocidad de 150 millas por hora no es la manera más segura de transportarse, pero seguramente es la más espectacular.
La serie NASCAR México se presenta por primera vez en una pista de los Estados Unidos y uno de los pilotos que estarán en el circuito de Phoenix, Arizona, el próximo 1 de marzo es Rubén Pardo.
“Manejar un auto de carreras te hace sentir una adrenalina increíble”, dijo el piloto en entrevista vía telefónica.
Más allá de la fama, los buenos momentos, el dinero y las mujeres bellas que rodean a un conductor profesional, Pardo recordó que la vida de un piloto profesional conlleva sacrificios y mucho entrenamiento.
Pardo relató que antes de tomar el volante, todos los días dedica 90 minutos a su acondicionamiento físico.
“Tienes que tener gran fuerza en el cuello, la espalda y los brazos para aguantar las vibraciones dentro de la cabina”, apuntó el conductor a quien le gusta meterse al gimnasio a realizar ejercicios cardiovasculare como prioridad, explicó el piloto mexicano.
“Es un esfuerzo físico y mental muy grande porque tienes que estar pendiente de tu automóvil, de la forma en que lo conduces y de lo que está sucediendo en la pista con los otros pilotos”, afirmó.
Pardo, quien estuvo en Los Ángeles para promocionar la carrera de la serie NASCAR México dijo estar feliz de ser parte de este acto histórico.
“Estoy emocionado de ser parte de este gran evento, creo que es un buen momento para acercarnos a los hispanos que están aquí en los estados Unidos”, comentó.
El amor de Pardo por los deportes automotor se inició desde niño ya que su padre se dedicaba a practicar el motociclismo por lo que creció escuchando el rugido de motores y rechinido de llantas.
“A mi me dieron biberón con gasolina, no con leche”, dijo Pardo en tono de broma para subrayar que siempre ha estado involucrado en el mundo de la velocidad.
Pardo ya tuvo experiencia como piloto profesional en los Estados Unidos y en el 2006 fue el primero nacido en Latinoamérica en ser elegido Novato del Año en la división NASCAR Busch East Series.