“Conspiraciones no explican renuncia de Benedicto XVI”
Ni las especulaciones sobre supuestos complots en la Santa Sede, ni el “vatileaks” o los problemas en la Curia Romana pueden explicar la renuncia al trono de San Pedro de Benedicto XVI, por su falta de vigor y fuerzas, aseguró el teólogo Phillip Goyret.
Ciudad del Vaticano.- En entrevista con Notimex, el vicerrector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma, Phillip Goyret, aseguró que crisis como la fuga de documentos confidenciales del Papa o los abusos sexuales contra menores son una mínima parte de una realidad “inmensa” como la Iglesia católica.
“Es comprensible que entre los fieles católicos exista un sentimiento de desorientación por la renuncia del Pontífice, pero eso se entiende sobre todo porque se trata de la primera vez que ocurre”, explicó.
“Lo mejor es no dejarse llevar por las especulaciones que ven conspiraciones por todas partes, hay que ir a lo dicho por el Papa. El vatileaks o los problemas en la Curia son componentes propios de una realidad que tiene también aspectos humanos”, agregó.
Pero estableció que, más allá de seguir teorías extrañas, lo mejor que pueden hacer los católicos en este momento es rezar por el actual Papa, por la Iglesia, por los que deben elegir al siguiente Papa y por el próximo Pontífice.
Según Goyret, para comprender la trascendencia de la renuncia de Joseph Ratzinger es necesario captar que la Iglesia católica no es una monarquía o un Estado democrático, sino un “misterio de comunión” y “una realidad sobrenatural de origen divino”.
Recordó que esta realidad es dirigida por los sucesores del apóstol Pedro, quienes ejercen el “ministerio petrino” cuya manifestación histórica es el papado.
Empero, aclaró que este ministerio es un servicio, cuyo sentido está íntimamente ligado a la humanidad de quien lo ostenta. Por eso, si a la persona se le hace difícil o imposible seguirlo ejerciendo, un modo de honrarlo es dar un paso atrás para que entre otro con el vigor suficiente.
“El vicario de Cristo, uno de los títulos del Papa, es quien hace las veces de Jesús en la tierra pero esa realidad depende de los instrumentos humanos. Por ello la humanidad debe funcionar, de otra manera se vuelve difícil”, estableció.
“El mundo y la sociedad donde actúa la Iglesia, se desarrollan con una velocidad creciente. Esto requiere que quien está en el timón de la barca de Pedro y rija la nave, tenga el vigor adecuado para estar al paso de los tiempos”, añadió.
Goyret apuntó que la legislación eclesiástica considera la renuncia de un pontífice, aunque los precedentes de papas dimisionarios deben buscarse en el siglo XIII o en el siglo XV.
Aún así, señaló que al dimitir, Benedicto XVI ha sido coherente con su pensamiento, porque él mismo había dicho que la renuncia de un Papa era posible ya en 2010, durante una entrevista con el periodista alemán Peter Seewald.
“Antes los obispos permanecían hasta que morían, pero Pablo VI después del Concilio puso edades límites de renuncia. Al principio era muy extraño pero después se vio que no era traumático y que esa decisión fue sabia”, sostuvo.
“Yo no quiero decir con esto que en el futuro vaya a haber una edad límite para el Papa, ya fija. Eso no lo veo conveniente, pero al menos ya existirá un precedente”, apuntó.