Habla de riesgos con Siria
'Ese país puede convertirse en un paraíso de extremistas', dice
AMMÁN, Jordania (EFE). El presidente de EEUU, Barack Obama, expresó ayer en Ammán su temor de que “Siria se convierta en un paraíso de extremistas”, por lo que destacó la necesidad de tener una “oposición cohesionada”.
El conflicto sirio fue el tema principal de las conversaciones que mantuvo Obama con el rey Abdalá II de Jordania, adonde llegó esta tarde en la última etapa de una visita por Oriente Medio que le ha llevado también a Israel y Palestina.
Durante la rueda de prensa posterior a la entrevista con el monarca hachemí, Obama afirmó que “algo se ha roto en Siria y no se va a ensamblar de nuevo perfectamente de forma inmediata, incluso si [el presidente sirio, Bachar] al Asad se marcha”.
Por ese motivo, a su juicio, es importante que haya una “oposición cohesionada y con credibilidad”, ya que si esta no existe advirtió de que será difícil que se produzca una transición política en Siria “pacífica, representativa y con un gobierno legítimo”.
“Estamos intentando evitar divisiones sectarias en el futuro estado sirio”, señaló el presidente estadounidense, para quien es necesario acelerar la transición política.
En ese sentido, Obama explicó que sus esfuerzos están encaminados a impedir que la opresión sea sustituida por más opresión y a que en el futuro haya libertad y oportunidades en Siria.
Asimismo, expresó sus reservas sobre la entrega de ayuda militar a la oposición siria por el temor a que las armas caigan en manos de grupos extremistas.
“En esta etapa tenemos que asegurarnos de que lo que podamos hacer contribuya a poner fin al derramamiento de sangre lo más pronto posible”, destacó Obama, que reiteró que “Al Asad debe irse”.
Otros de los asuntos abordados en la reunión con Abdalá II fue el conflicto palestino-israelí, sobre el que, tras su visita a Israel y Cisjordania, Obama cree que hay “una oportunidad” para encontrar una solución.
En ese sentido, reconoció que él no ha traído ninguna propuesta bajo el brazo, ya que ha venido a escuchar, y será el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, quien siga el asunto con israelíes y palestinos.
En su opinión, con la resolución del conflicto “el pueblo israelí estaría seguro y el palestino sería libre, mientras que los niños de ambas partes tendrían una vida mejor, la región en su conjunto se fortalecería y el mundo sería más seguro”.
Preguntado por su mediación entre Turquía e Israel, que ayer anunciaban el restablecimiento de sus relaciones, Obama explicó que durante los dos últimos años ha mantenido contactos a este respecto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el turco, Recep Tayip Erdogan.
“Durante mi visita, entendí que el momento era bueno para que tuvieran lugar las conversaciones. Netayahu y yo pensamos que era el momento correcto”, indicó el presidente de EEUU.
Aun así, advirtió de que todavía queda camino por andar y que “habrá desacuerdos importantes”, aunque también es interés de ambos restaurar sus relaciones.
Minutos después de la marcha de Obama ayer del aeropuerto Ben Gurión, de Tel Aviv, con destino a Jordania, la Oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciaba en un comunicado el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Ankara.
Por otro lado, Obama insistió en Jordania, al igual que hizo en Israel, en que mantendrá “todas las opciones disponibles para evitar que Irán tenga un arma nuclear porque las consecuencias serían extraordinariamente peligrosas para la región y el mundo”.
No obstante, apuntó que la mejor solución para este asunto es la diplomática e hizo hincapié en que no se trata solo de una amenaza para EEUU o Israel, sino para toda la comunidad internacional.
Obama tiene previsto visitar mañana la ciudad monumental de Petra, antes de terminar su viaje a Jordania, y con él su gira por la región.