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Dos décadas de espera para obtener una ‘tarjeta verde’

Sergio, Jaime y Julieta son inmigrantes mexicanos que están en la larga y complicada fila de los que solicitaron la residencia permanente en Estados Unidos por medio de familiares

Sergio, inmigrante mexicano.

Sergio, inmigrante mexicano. Crédito: Suministrada

Sergio, Jaime y Julieta son inmigrantes mexicanos que están en la larga y complicada fila de los que solicitaron la residencia permanente en Estados Unidos por medio de familiares. Sergio ha esperado 19 años, Julieta pronto cumplirá 20 años en la “fila” y Jaime lleva 12, y otros 5 años por esperar.

Los tres viven en Estados Unidos y a pesar de estar procesando su caso legal, siguen viviendo con la incertidumbre del indocumentado y sin saber cuándo terminará la pesadilla.

Cuando su papá pidió su tarjeta de residencia, Sergio tenía 17 años. Ahora tiene 35 y sigue esperando su ansiada “tarjeta verde”. Cuando lo pidió, su papá era residente y luego se hizo ciudadano, lo cual hubiera acelerado el proceso, pero Sergio se hizo mayor de edad, complicando las cosas.

Todo eso hizo que cambiara más de una vez de “categoría de prioridad” para las visas de residencia, alargando su tiempo de espera. Si no hay reforma, aún tendrá que esperar otros 6 años y tendrá más de 40 cuando reciba su residencia.

“Hace unos años comencé a escribir cartas a los políticos, indicando que el sistema está completamente roto, no funciona”, indicó Sergio, quien vive cerca de Chico, al norte de Sacramento, California. “Mi papá me pidió en 1994 cuando yo era aún menor de edad. Aún estoy esperando. ¿Hay alguna corporación en el mundo que te ofrece algo y que un cuarto de siglo después aún no puede entregar el producto? ¿Cómo es posible que las cosas sigan así?”

Sergio no se ha quedado de brazos cruzados. El joven, originario de México, ha alcanzado cierta fama debido a que la Corte Suprema de California está considerando su petición de una licencia profesional para practicar leyes, profesión que estudió aquí en el estado con muchos sacrificios, por carecer de estatus para obtener becase. Sergio, quien por el momento se gana la vida como “orador” para inspirar a otros estudiantes, también aprobó el difícil examen de la barra de abogados, que algunos no pasan durante años.

Y aún así, todos esos logros nada pueden hacer por él. Sigue esperando la residencia y la licencia profesional. Su vida, podría decirse, está en limbo. Tampoco calificó para acción diferida por ser mayor de 30 años.

La procuradora de California Kamala Harris ha presentado un escrito legal a su favor, sin embargo el Departamento de Justicia de Estados Unidos se opone, alegando que una licencia profesional es un “beneficio” que no puede recibir por carecer de estatus. “Desde los 17 años pago impuestos y por el momento, siguen tomando mi dinero, no veo que lo hayan devuelto porque no tengo estatus”, agrega Sergio.

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