Ozomatli trajo su fiesta musical a Pasadena
Ozomatli fue música, baile y conciencia social
Vaya fiesta que hubo en la Pasadena Playhouse el lunes desde el momento en que Ozomatli subió al escenario, pidió al publico que lo acompañaran con palmoteos y se escuchó el grito a la acción: “¿Quieren cumbia?”.
Inmediatamente el ritmo tropical del septeto invadió el histórico teatro y, por mas de una hora, alternó rock, banda, rap/hip-hop, ska, ranchera, soul, merengue, reggae.
Una mezcolanza de esos y otros ritmos que distingue desde hace años a esa banda orgullosa de sus orígenes arraigados en esta gigantesca y cosmopolita urbe a la que ellos describen cariñosamente como un “pueblito de México llamado Los Ángeles”.
Era la primera vez que Ozo tocaba en la Playhouse.
Al agradecer esa oportunidad al teatro, los miembros bromearon que se pasaron años en la calle del teatro, matando el tiempo y tocando en el adyacente Zona Rosa Caffe, tratando de progresar, y que finalmente los habían dejado entrar la histórica localidad mejor conocida por sus obras teatrales que por conciertos.
El concierto tenía una noble causa: recaudar fondos para el Proyecto de Diversidad Teatral Wells Fargo de la Pasadena Playhouse. Por cierto, el recital de Ozomatli fue precedido por la obra Face in the Crowd (Cara en la multitud), de la clase de teatro de la Escuela Charter North Valley de Granada Hills. El guión, escrito por la maestra de drama de ese plantel, Laura Stribling, cuenta las historias de jóvenes del Valle de San Fernando.
“Ozomatli estaba muy entusiasmado de que actuáramos”, dijo Stribling. “Desde un principio nos apoyaron”.
El tema serio de la obra dio paso a una atmósfera de júbilo con la música de la banda angelina que puso a bailar a la audiencia.
Su repertorio incluyó temas de los seis álbumes que Ozomatli ha grabado a lo largo de su carrera y que la banda aprovechó para recordarle a los presentes que ésta festeja sus 18 años de existencia este año.
La agrupación ha ganado dos premios Grammy y un Grammy Latino en categorías de música alternativa.
Entre las interpretaciones más destacadas de la noche estuvieron Ya viene el sol, El caballito, La misma canción y Cumbia de los muertos, la mayoría de ellas presentaciones obligadas en todos los conciertos de Ozomatli.
También destacó una visita al pasado con la ejecución de una mezcla de éxitos viejitos pero bonitos que incluyó Just My Imagination, de The Temptations, un grito de Bidi bidi bom bom que recordó a Selena y la amenaza salsera de “no te metas con mi cucu”.
Además Ozo dio una probadita de melodías de su próximo álbum que, aparentemente, aún no tiene nombre.
Paleta es una cumbia pegajosa y Get Ready to Go es una invitación fiestera en inglés con rapeo.
En varios momentos, casi toda la audiencia se puso de pie para menearse al son de la música. Algunos padres bailaban con niños en sus brazos. Y una anciana de lentes con bastón en mano bailaba como podía en un pasillo.
Como aviso de la supuesta llegada del final, la banda tocó Como ves, que incluye la expresión “Ozomatli, ya se fue, ya se fue” y que la gente coreó y alternó con los músicos.
Pero no se les debió haber creído. Tras anuncia la inminente conclusión del concierto, todavía ejecutó un par de piezas más y uno a uno los Ozos se bajaron del escenario con instrumentos en mano para tocar entre los asientos del público para deleite de los espectadores.
Luego procedieron a salir en fila del recinto, sin dejar de tocar y seguido de un público entusiasmado para seguir con la fiesta afuera en el patio de enfrente de la Pasadena Playhouse, donde se les pudo escuchar cantando versos adaptados de la popular canción infantil en inglés Hockey Pockey: “That’s what is all about”.
Fiesta, baile, broma, conciencia social y buena diversión. De eso se trata Ozomatli.