Honores tras la explosión

WASHINGTON, D. C. (EFE).— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió ayer el coraje y la solidaridad de los vecinos de West, Texas, durante un servicio en memoria de las 14 personas que fallecieron en la explosión de una planta de fertilizantes de esa localidad.

“Estados Unidos necesita pueblos como West. Eso es lo que hace a este país grande”, dijo Obama durante el acto celebrado en la Universidad Baylor de Waco, Texas, y frente a los féretros de varios de los fallecidos cubiertos con la bandera nacional.

El presidente, acompañado de la primera dama, Michelle Obama, dio las gracias a todos los que “mostraron liderazgo” durante la tragedia, ocurrida el 17 de abril después de que las instalaciones de West Fertilizer sufrieran un incendio que derivó en una explosión de tal magnitud que se registró como un terremoto de 2.1 grados en la escala de Richter. El incidente se cobró la vida de unas 14 personas, la mayoría bomberos voluntarios que habían acudido a sofocar las llamas, y causó heridas a otras 200.

“No hay palabras para describir adecuadamente el coraje que se desplegó en esa noche mortal”, enfatizó ayer Obama al ofrecer “el amor, el apoyo y las oraciones de toda la nación” a las víctimas.

Juntos “respondieron a la llamada, dejaron la tarea escolar, a las familias, salieron a los camiones de bomberos y corrieron hacia las llamas”, recordó. El mandatario prometió que su Gobierno seguirá al lado de los vecinos de West “aun cuando las cámaras (de televisión) se hayan ido” para ayudar en la reconstrucción de esta pequeña localidad de apenas 2,800 habitantes.

“No estáis solos, no os hemos olvidado”, declaró Obama ocho días después de la tragedia.

Antes de participar en el servicio en memoria de las víctimas Obama sobrevoló en el helicóptero presidencial la zona afectada por la explosión.