El hockey empieza a calar

Aunque Diego Vanacore no recuerda exactamente cuándo comenzó su afición por el hockey, ha sido un fiel seguidor de los LA Kings desde hace más de 20 años.

“La verdad no sé cómo me agarró lo del Hockey, pero pienso que fue como a los seis años, cambiando los canales de la televisión, vi un partido y desde la primera vez que vi el hockey me enamoré con el deporte y con los Kings”, dijo Vanacore, de 26 años, quien nació en Argentina, pero vive en Estados Unidos desde que tenía tres años.

Su familia es fanática del fútbol e incluso son hinchas del Boca Juniors. “Después de algunos años, mi hermana Cecilia se involucró con los Kings y ahora ella también es fanática de los Kings”.

Por tradición, los latinos en Estados Unidos se han inclinado siempre hacia deportes como el fútbol, béisbol o baloncesto, dependiendo de su país de origen o el de sus padres, en donde siempre han participado jugadores provenientes de esta comunidad. Sin embargo la tendencia ha empezado a cambiar en cuanto al hockey.

“En los últimos años, los Kings han llevado a cabo numerosos esfuerzos para llegar a los niños de las minorías y de las zonas de bajos recursos de la ciudad para involucrarlos en el juego a través de los parques y las escuelas”, dijo Carlos Loera, asistente legal en Dignity Health y quien ha sido un ferviente seguidor de los Kings desde 1981. “En el proceso en el que los Kings ganaron la Copa Stanley y en lo que siguió después, no pude dejar de notar como la diversidad se ha abierto camino en la fanaticada de los Kings”.

Carlos Loera y Diego Vanacore son el ejemplo de cómo la afición por los Kings ha comenzado a observarse con intensidad entre la comunidad latina, a pesar de que en ese deporte son escasos los jugadores de origen latino. Vanacore siempre soñó con convertirse en jugador de los Kings e incluso practicó ese deporte junto con el fútbol.

Pero, como él mismo lo señala, “es mucho más fuerte la competición de los chicos en otros lugares, en países como en Canadá, el este de Estados Unidos, porque como juegan más, siempre los jugadores profesionales son del este o de Canadá”.

Loera también destaca que lo costoso del hockey es otro factor que no permite a cualquier joven incursionar en este deporte. “El hockey es, con mucho, uno de los juegos más costosos para jugar de todos los cuatros deportes que se juegan en Estados Unidos”, dijo Loera. “Es difícil involucrar a un niño en un deporte, lograr que lo entienda para que después no pueda participar debido a que el equipo le costará varios cientos de dólares”.

La diferencia del hockey con respecto a otros equipos es algo que le gusta también a Vanacore, especialmente la dinámica de los integrantes del mismo, ya que considera que “los jugadores se cuidan mucho entre ellos, porque es un deporte muy duro. Considero que los jugadores se cuidan y se respetan más que en otros deportes”.

Es algo en lo que está de acuerdo Loera, quien considera que el “hockey es el deporte más emocionante y más orientado a trabajar en equipo de todo el mundo. Los goles que se anotan en el hockey son la culminación y celebración de un trabajo en equipo”.

Aunque a Vanacore le gustaría asistir a todos los partidos en donde participa su equipo favorito, sus compromisos no les permiten cumplir con ese deseo. Sin embargo, el año pasado, no desaprovecharon la oportunidad de ir a los juegos eliminatorios, en donde tenían la esperanza de que se coronarían campeones y obtendrían la Copa Stanley. “Cuando los Kings ganaron el último, nosotros estábamos allí en el estadio”, dijo Vanacore, quien destacó que “fue uno de los mejores días de mi vida”.

Tanto Loera como Vanacore descubrieron desde muy temprana edad a los Kings y han apoyado al equipo desde entonces. “Veinte años después sigo hincha de los Kings y por el resto mi vida también”, dijo Vanacore con énfasis y con la ilusión de que algún día sus hijos también se conviertan en “hinchas” de este equipo.