67 países firman nuevo tratado de control de armas
El texto se espera que entre en vigor dentro de dos años
Naciones Unidas – El nuevo Tratado sobre Comercio de Armas dio hoy sus primeros pasos con el apoyo de 67 países que se acercaron hasta la sede de Naciones Unidas en una jornada histórica en la que arrancó el proceso de firma y posterior ratificación de un texto que se espera que entre en vigor dentro de dos años.
“Este tratado abre la puerta a la esperanza a millones de mujeres y niños en el mundo que viven con miedo por el mal regulado comercio internacional y la proliferación de armas mortales en el mundo”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante un evento en el que los países empezaron a firmar el nuevo convenio.
La Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría el nuevo tratado el pasado 2 de abril en una histórica votación por 154 votos a favor, tres en contra y 23 abstenciones, después de que tres países bloquearan la posibilidad de que el convenio fuera adoptado por consenso.
“Con este tratado el mundo ha decidido finalmente acabar con la ‘barra libre’ en la transferencia internacional de armas. A partir de ahora las armas y municiones solo podrán traspasar fronteras cuando el exportador confirme que se cumple con los estándares internacionales”, añadió el secretario general.
El tratado busca promover la paz y la seguridad a través del freno a los flujos de armas a zonas de conflicto, favoreciendo de paso el respeto a los derechos humanos. Además, la ONU espera que “señores de la guerra”, piratas y el crimen organizado tengan más difícil el acceso a las armas que alimentan sus actividades.
El primer país en estampar hoy su firma fue Argentina, de la mano de su canciller, Héctor Timerman, mientras que por parte de España lo hizo el titular de Industria, José Manuel Soria, así como grandes exportadores de armas como Alemania, Francia y Reino Unido, y exportadores emergentes como Brasil o México.
Estados Unidos, que votó en abril a favor del texto, no firmó hoy el nuevo tratado, aunque se espera que lo haga más adelante, debido a la oposición de un nutrido grupo de senadores, ya que el texto necesita al menos el apoyo de dos tercios del Senado para que pueda ser ratificado.
Por México, uno de los países que más activamente apoyó el texto, firmó Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, quien destacó a Efe que es “un gran avance” porque nunca se había logrado sentar en la misma mesa a grandes productores, importadores y exportadores.
Los tres países que en abril se opusieron al nuevo tratado fueron Siria, Corea del Norte e Irán, y algunos de los pesos pesados de la comunidad internacional que pusieron objeciones y se abstuvieron, como Rusia, China e India, tampoco participaron hoy en el proceso de firma del convenio.
Además de Argentina, Brasil y México, también firmaron hoy el tratado otros países latinoamericanos como Chile, Costa Rica, Guyana, Paraguay, República Dominicana, Surinam, Belice, Uruguay y Panamá, así como los estados insulares caribeños de Bahamas, Granada, Jamaica, Santa Lucía y Trinidad y Tobago.
La jornada histórica fue vivida con especial entusiasmo por parte de los miembros de la sociedad civil, que impulsaron y acompañaron durante años un largo proceso negociador que llegó a bloquearse en varias ocasiones debido a las presiones de la poderosa industria de armamento.
“Más de sesenta países han firmado hoy el histórico tratado y esperamos que muchos más lo hagan a lo largo del año, lo que hará que por primera vez sea mucho más difícil que las armas terminen en manos de gente sin escrúpulos”, dijo la representante de Oxfam Internacional, Anna McDonald.
Por su parte, la Coalición Armas Bajo Control, de la que forma parte la ONG española Fundación por la Paz, destacó que el nuevo tratado “ayudará a salvar muchas vidas”, tras recordar que el drama de la violencia de las armas se cobra más de 520,000 vidas al año en todo el mundo.
La sociedad civil celebró especialmente que el Tratado es la primera ley internacional en la historia que convierte en ilegal la autorización por parte de un Estado de transferencias de armas allí donde haya un alto riesgo de que se usen para cometer violaciones de los derechos humanos o crímenes contra la humanidad.
“Para que entre en vigor, ahora necesitamos que cincuenta países ratifiquen el tratado en sus respectivos Parlamentos, pero para que realmente sea un tratado global, necesitamos muchos más. Y podemos lograr que se haga en menos de dos años si todos lo convertimos en una prioridad”, concluyó McDonald.