Identifican a última víctima de tiroteo
Mujer latina muere mientras reciclaba basura
Margarita Gómez, de 67 años de edad, estaba jubilada y tenía una pequeña pensión que le servía para pagar sus gastos básicos. Casi a diario salía a buscar latas y botellas para donar el dinero a una pequeña iglesia cristiana que se ubica en la esquina de la cuadra donde vive.
El pasado viernes 7 de junio, Margarita recibió un disparo en el abdomen frente a la biblioteca del Colegio Santa Mónica, por el supuesto pistolero John Zawahri. Ella era la única víctima del tiroteo cuyo nombre aún no se había revelado.
Margarita, oriunda de Jalisco, México, recorría el campus universitario varias veces por semana, según dijo el jefe de policía del centro educativo, Albert Vásquez.
“Ella recogía reciclaje para donar el dinero o las latas a la iglesia. Ella no tenía necesidad de recolectar reciclaje, lo hacía para mantenerse ocupada”, dijo Gabriel Torres, de 42 años, hijo mayor de Margarita.
Luisa Gómez, hermana de la occisa, agregó que Margarita era una persona muy amable y muy querida por todas las personas que la conocían.
“Todos los días salía a reciclar y todos los días hablábamos por teléfono. Ella me llamaba hasta para decirme lo que había comido. Su muerte la siento [pausa para detener las lágrimas] la he sentido más a ella que a mi mamá. Siempre fuimos muy cercanas”, dijo Luisa, la única hermana de Margarita que vivía en Los Ángeles.
La estudiante Bonnie Ayala, de 23 años de edad, recuerda a Margarita como una señora muy callada que recorría los basureros de reciclaje en el Colegio Santa Mónica a veces cargando una bolsa y otras veces con un carrito muy parecido al que se utiliza para ir a la lavandería.
“Ella era muy callada. Muy tímida. Evitaba el contacto con las estudiantes, pero venía por aquí tan seguido que todos sabemos a quién se refieren. Me gustaría poder decirle a su familia que lamento mucho su muerte”, dijo Ayala al conocer del fallecimiento de la mujer.
La nieta de Margarita, Jeannette Torres, de 21 años, la recuerda como una abuela dulce que ayudaba a quien lo necesitaba.
“La vamos a extrañar. Agradezco mucho los mensajes de apoyo que las personas nos han hecho llegar. Esta es una prueba que ella era muy querida y que todos los vamos a extrañar”, acotó Jeanette, quien tampoco podía contener las lágrimas.
En lo que va del año han sucedió tres incidentes en el Colegio Santa Mónica: una amenaza de bomba, un suicidio, y un sujeto que fue arrestado en el campus por hacer llamadas amenazantes en varias partes del condado de Los Ángeles, dijo Vásquez.
El jefe de policía de la escuela recalcó que ellos tienen experiencia y la capacidad para reaccionar a incidentes violentos y agregó que los estudiantes están seguros en el campus.