LAPD aprendió la lección de los disturbios civiles
De históricos errores a un manejo controlado de protestas y disturbios
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), que respondió a incidentes ilegales y actos de violencia en el marco de manifestaciones contra el veredicto de inocencia a George Zimmerman por la muerte de Trayvon Martin, no es el mismo de 1992, cuando se dieron los disturbios callejeros en Los Ángeles, ni siquiera es el mismo de 2007, cuando respondieron con fuerza excesiva a manifestaciones en MacArthur Park.
Durante varias protestas a principios de esta semana en Leimert Park y Crenshaw, el LAPD demostró su preparación en el manejo de manifestaciones, logrando bajar la tensión que podía haber escalado y generado disturbios más generalizados.
La diferencia pudo observarse también en los elogios manifestados hacia las autoridades por activistas típicamente críticos de LAPD y por testigos de larga data de las actividades del departamento en momentos de crisis social en la ciudad.
“Algo ha cambiado en el LAPD”, dijo Najee Ali, activista de Los Ángeles, que estuvo involucrado en el planeamiento de algunas de las protestas pacíficas en la zona. “Las protestas del lunes casi se convierten en un mini disturbio, pero el LAPD mostró gran control al lidiar con los jóvenes hasta que se dispersaron y se fueron”.
Alí agregó que “es obvio que los agentes han sido entrenados para no empeorar las cosas…aún cuando hubo manifestantes que se comportaron ilegalmente, bloqueando el tráfico etc, no hubo el tipo de violencia policial que vimos antes en la historia”.
En 1992, cuando el veredicto de inocencia liberó a cuatro policías de LAPD de responsabilidad por la golpiza al conductor afroamericano Rodney King y comenzaron varios días de disturbios en Los Ángeles, el entonces jefe Daryl Gates dio la orden de mantener a los oficiales fuera de la zona de violencia. Como resultado, 53 personas murieron, 2 mil fueron heridas y hubo más de mil millones de dólares en daños.
Ese fue un momento emblemático en la historia de LA. Fue el momento en que empezó, seriamente, el largo camino de reformas al viejo LAPD, otrora conocido como un departamento paramilitar, abusivo y desconectado de la población, sobre todo la minoritaria.
En 2007, durante una manifestación post marcha del 1 de Mayo en MacArthur Park, y a pesar de años de entrenamiento, agentes del LAPD respondieron erradamente a las acciones de un reducido grupo de buscapleitos que actuaron violentamente. El resultado fue el uso excesivo de fuerza contra manifestantes y periodistas, casi 250 heridos y un serio problema de relaciones públicas para un departamento que argumentaba haberse reformado.
Para el ex concejal Mike Hernández, quien representaba el área de Pico Union y MacArthur Park en 1992, hay una diferencia esencial entre el LAPD de hoy y el de entonces. “En esa época las autoridades municipales no tenían idea de lo que pasaba en la calle realmente, en 2013 es diferente. Reaccionaron, no dejan la ciudad arder como en 1992, y aprendieron de MacArthur Park, el concepto de policía comunitaria ha progresado”.
Pedro Baez, de Los Angeles Urban Policy Roundtable dijo que el LAPD “se está limitando a hacer lo que debe hacer: actuar como policía y estar en contacto con la comunidad”.
“El jefe de policía tiene una política de puertas abiertas”, dijo Baez. “Se ha reunido con nosotros en la comunidad y por fin podemos decir que somos un modelo para otras ciudades. “Los días en que rompían cabezas por lo más mínimo ya pasaron”, dijo Baez. “Hace poco se vio el caso de USC y la respuesta pareció excesiva, pero la razón fue que la información que llegó a la policía es que había “terroristas” y por eso llegaron en vestimenta anti disturbios”.
“Esta vez”, dijo Baez. “Se comportaron magníficamente”.