La bailarina de El Bronx
En una entrevista con EDLP, Linda Celeste Sims nos cuenta cómo encuentra un toque dominicano en sus viajes como bailarina del famoso Alvin Ailey American Dance Theater
¿Cuál es la reacción del público dominicano que va a ver tus presentaciones?
Después de 18 años de estar en esta compañía, he notado que después de las presentaciones aquellos que van a verlas de descendencia latina o dominicana, usualmente se emocionan mucho al conocerme después del show, van tras bastidores a saludarme.
Me siento muy orgullosa porque no hay muchos en esta compañía de ascendencia latina así que estoy muy honrada de estar acá, y creo que la audiencia definitivamente aprecia lo que les doy como una persona latina.
Siempre siento la misma alegría que tenía cuando estaba en la casa con mi padre escuchando salsa y merengue. El siempre tocaba pequeñas congas y yo bailaba, siempre trato de traer eso al escenario, mis raíces y cuanto significan para mí.
No hay muchos dominicanos que vienen a los shows, pero los pocos que van definitivamente están orgullosos, lo que es increíble porque es predominantemente una compañía de baile afroamericana y yo estoy hablando por la comunidad latina acá.
¿Tener sangre dominicana te ha ayudado a ser la gran bailarina que eres hoy?
Eso creo. Es gracioso que preguntes porque precisamente ayer estaba tomando clases de ballet y uno de mis compañeros me dijo: “si te pudiera pintar en una foto, dibujaría pequeñas castañuelas alrededor tuyo”. Creo que porque cuando bailo él ve mi espíritu latino.
Los dominicanos son indígenas, afroamericanos e hispanos así que siento que estas raíces que pude aprender de mi padre están en mi sangre. Mi padre era tan lleno de vida y creo que yo traigo ese ánimo.
Cuando escucho música y estoy trabajando con nuevos coreógrafos siempre encuentro que algo suena como una buena bachata o merengue. Me puedo relacionar con la música porque escucho muchos latidos y tambores.
¿Has podido encontrar rastros de tu cultura dominicana durante tus viajes al exterior?
Sí, especialmente cuando estuve en Brasil. Fui a ver una presentación de una compañía folklórica y pensé que la música sonaba como los mismos tambores que escucho en nuestra música.
Cuando voy a República Dominicana siempre hay música en vivo como congas o bachata, y tú puedes ver eso en otros lugares. No tanto en Europa, pero inclusive en España la música es rica y profunda.
Siempre trato de salir a ver museos y presentaciones, trato de interactuar con los locales, aprender de lo que la cultura ofrece y yo puedo ver muchas similaridades, especialmente a través de la música y la comida. La comida también habla mucho de cómo la gente es y a mí me encanta comer (dice risueña).
Carolina Pinto/EDLP