FARC acepta su parte de culpa

LA HABANA, Cuba.— Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reconocieron su responsabilidad en la violencia desatada en su país durante décadas y convocaron a una comisión para que realice una investigación sobre las víctimas y el rol del Estado en el enfrentamiento interno.

“Las FARC… son conscientes de que a la fecha no hay vencedores ni vencidos”, expresó el líder rebelde Pablo Catatumbo, cuyo nombre legal es Jorge Torres Victoria, en una declaración leída ayer pocos minutos antes del inicio de las conversaciones con el Gobierno que se desarrollan en Cuba desde fines de 2012.

Catatumbo indicó que en la medida en que avanza el diálogo se va abriendo “el capítulo que permitirá establecer la verdad histórica que condujo a más de 60 años de desangre nacional, a la identificación de las víctimas y a su necesaria reparación”.

Actualmente las partes discuten el punto dos —sobre la participación política— de una agenda de seis tras haber llegado a algunos acuerdos sobre el primer tema, la tierra y la reforma agraria, en los pasados meses.

El tema de las víctimas, su identificación y resarcimiento es un punto clave en las conversaciones pues históricamente las partes se han acusado mutuamente de haber cometido excesos sin reconocer su participación en ellos.

En las últimas semanas el presidente Juan Manuel Santos admitió la responsabilidad del Estado en la represión de ciudadanos y la muerte de personas.

“Sin duda también ha habido crudeza y dolor provocados desde nuestras filas”, dijo ahora Catatumbo en su declaración. “El enemigo nunca fue ni ha sido fácil; no se sujetó a normas de combate. Fue ayudado, entrenado y financiado por fuerzas foráneas”, agregó.

No hubo comentarios por parte de la delegación gubernamental que ingresó como habitualmente lo hace al Palacio de las Convenciones de La Habana unos minutos después de los rebeldes.

“Hemos propuesto a los señores del Gobierno que integran la mesa de diálogo que se proceda de inmediato a la integración de una comisión conformada por expertos nacionales y extranjeros en aras de investigación de la historia”, agregó Catatumbo para quien esta debe constituirse “inmediatamente.”

Los rebeldes también aprovecharon la ocasión para solidarizarse con la protesta de campesinos y otros sectores que realizan un paro en su país y pidieron a las autoridades no reprimir a los manifestantes.

Abierta en Noruega y posteriormente trasladada a Cuba, la mesa de conversaciones busca desactivar un conflicto de más de cinco décadas tras varios procesos de paz fallidos.

Las FARC son la guerrilla activa más antigua del continente y cuentan en sus filas con unos nueve mil miembros, según el Gobierno colombiano.