Sheriff logró avances

De las 60 recomendaciones ofrecidas por la Comisión de Ciudadanos sobre la Violencia en las Cárceles del Condado, 48 han sido acatadas y seis han sido parcialmente implementadas, informó Richard Drooyan, encargado de monitorear el avance de las recomendaciones.

Drooyan presentó ayer los resultados a la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles junto a Terri McDonald, Sheriff asistente de la División de Custodia, y el Sheriff Lee Baca.

“La recomendación más significativa es la reorganización de las operaciones de custodia; ésta se ha logrado… hasta este momento yo creo que el Departamento (del Sheriff) ha logrado avances significativos para reducir los niveles de violencia”, dijo Drooyan.

El Sheriff Baca se mantuvo callado durante la reunión. La mayoría de los comentarios y preguntas estaban dirigidos hacia Drooyan y McDonald.

Entre los datos que presentó McDonald resalta que el 75% de los incidendentes de violencia fueron de bajo impacto, un 24% fue de mediana intensidad, y un 7% fueron reportados al departamento de asuntos internos para que sean investigados.

“Es crítico abordar los temas relacionados con entrenamiento, supervisión, investigación y disciplina”, agregó McDonald.

El supervisor Michael Antonovich dijo que en general él considera que el programa en contra de la violencia en las cárceles está funcionando.

“No hay duda que nos estamos moviendo en la dirección correcta”, dijo Antonovich.

Después de la reunión, el Sheriff Baca dijo a La Opinión que las recomendaciones que no se han implentado están relacionadas con la falta de fondos.

“Todas las recomendaciones que se han podido implementar se han realizado, las que faltan no se han hecho porque no hay financiamiento para hacerlo”, aseveró Baca.

Las cárceles administradas por el Departamento del Sheriff tienen una población de 19 mil reos. Hay 2,400 alguaciles y 1,200 asistentes de custodios.

Baca explicó que los incidentes violentos se generan entre los reclusos y que se han implementado nuevos procedimientos para evitar que los agentes del Sheriff reaccionen con niveles de violencia más alto.

“Se quiere evitar que los niveles de violencia se incrementen. Los agentes respondían con violencia para parar la violencia generada por los reclusos. Ahora se les ha dado entrenamiento para evitar que la violencia incremente”, acotó Baca.