Hay el ‘Big Papi’ para un buen rato

El mejor BD de la historia no piensa en colgar el bate

David Ortiz solo pide salud para seguir en Grandes Ligas.

David Ortiz solo pide salud para seguir en Grandes Ligas. Crédito: AP

David Ortiz es como un vehículo sin espejo retrovisor o como un tractor D8 todo terreno, de esos que se abren paso sin ver para atrás.

Cuando el ahora legendario “Big Papi” inició la temporada en la lista de inhabilitados aún recuperándose de una lesión de la contienda anterior, muchos pensaron que su carrera estaba entrando a la recta final.

Más de uno de los llamados analistas del beisbol entraron al terreno de las especulaciones , pero al cabo de 77 juegos el carismático artillero zurdo dominicano era convocado al Juego de Estrellas por novena ocasión y los rumores se esfumaron tan rápido como llegaron.

Pero el ánimo de un corazón tan indomable como su bate, orientó a Ortiz en las tinieblas de un fin de temporada infame.

“Nunca me he dado por vencido. Dejé atrás las lesiones. Finalicé lesionado, pero no era el fin de mi carrera”, dijo el mejor bateador designado de la historia del beisbol, quien entró al juego de ayer con un promedio de .318, 24 jonrones y 78 carreras producidas.

“Trabajé con los doctores y aquí estoy repartiendo palos”, agregó Ortiz, a quien le faltan apenas siete hits para llegar a los dos mil imparables de su brillante trayectoria.

“¿Cuántos faltan?”, preguntó con una sonrisa cuando se le recordó que estaba a un paso de hacer más historia, misma que lo podría conducir al Salón de la Fama.

“¡Ah!, siete, pues los voy a pegar allá en casa [Boston] qué mejor que celebrar con mi fanaticada a quien tanto quiero y aprecio”, subrayó Ortiz, actualmente el pelotero más querido en casa de los Medias Rojas que mañana reciben en el Fenway Park a los Orioles.

Con 37 años a cuestas, David Ortiz tiene en su haber actualmente 377 jonrones, una marca entre los bateadores designados de las Ligas Mayores, así como 1,225 carreras impulsadas que incluyen los 24 HR y 74 remolques de esta temporada, también cifra tope entre los BD.

La próxima temporada se le vence su contrato de dos años valorado en 26 millones de dólares y Ortiz desea cerrar su carrera en Boston, pero para que esto llegue falta aún buen recorrido según vaticina el siempre afable “Big Papi”.

“Tengo ya 18 temporadas. Vamos a ver cómo están las cosas el próximo año. Uno nunca sabe. Lo que pido es salud, nada más. La competencia siempre espera”, dijo Ortiz, quien el miércoles salió en el quinto inning del juego en San Francisco por un tirón en la parte baja de la espalda. “Ya estoy bien. Fue algo pasajero”.

En relación a su regreso a su antiguo oficio en la inicial, el siempre temido y respetado toletero de Santo Domingo manifestó que:

“Uno se prepara la temporada para hacer de todo. Ahora jugar en primera base lo hago con menos preocupación. La gente sabe que he estado fuera de esa posición por mucho tiempo. Pero no es justificación, tengo que hacerlo bien. Los años nos pasan en vano, queda la experiencia”, manifestó.

Se acerca la hora de la práctica de bateo previo al encuentro dominical en el Dodger Stadium y Ortiz reitera que no ha pensado en colgar su guante y guardar esa cantidad de bates que tanto estrago ha hecho y sigue haciendo en el mejor beisbol del mundo.

“El cuerpo te avisa a su tiempo: Cuando te levantas por la mañana con un dolor nuevo. Entonces es tiempo de hacer planes de pasar más tiempo con tus hijos y ver los negocios que uno tiene”, puntualizó Ortiz, que espera ir a su tercera Serie Mundial y brillar tal como lo hizo en el 2004 y 2007.

“Faltan muchos juegos, pero sería interesante llegar aquí de nuevo en octubre. Hay muchas posibilidades. Pero hay que esperar”, finalizó.

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