Bo Xilai quiere salvar su prestigio
Juicio concluye con declaraciones de que pudo haber triángulo amoroso
JINAN, China. El juicio más sensacionalista de China en varias décadas concluyó ayer lunes con una declaración de Bo Xilai, un político caído en desgracia, en la que insinuó que hubo un triángulo amoroso entre su esposa y un ex colaborador de él, ambos principales testigos en su contra, mientras realizaba esfuerzos de último minuto para salvar su reputación.
La fiscalía respondió que Bo debería ser castigado duramente porque no mostró remordimiento durante el juicio de corrupción de cinco días en Jinan, en la región oriental de China. El juicio es resultado de un escándalo que comenzó con el asesinato de un empresario británico por parte de su esposa y que dio como resultado la expulsión de Bo de altos cargos del Partido Comunista.
Durante su testimonio, Bo dijo que su esposa, Gu Kailai, estaba loca y que su ex jefe de policía, Wang Lijun, era un deshonesto. Bo trató de presentarse como un funcionario que trabajaba demasiado como para escrutar los asuntos de su familia y que estaba rodeado de confabulaciones y gente hipócrita.
“Él [Wang] estaba secretamente enamorado de Gu Kailai, sus emociones estaban trabadas y no pudo superarlas”, dijo Bo en el tribunal.
La fiscalía dijo que el procedimiento del juicio ha mostrado suficiente prueba de la culpabilidad de Bo, en las acusaciones de sobornos y defraudación de 4.3 millones de dólares y abuso de poder al interferir con la investigación de homicidio.
En su esfuerzo de distanciarse de Gu, él mismo admitió tener una relación extramarital y dijo que se había separado de su esposa en algún momento.
A Bo se le acusa entre otras cosas de favorecer un empresario, Xu Ming, a cambio de regalos a su familia, entre ellos una villa en Francia, vuelos internacionales a tres continentes, cenas costosas y otros regalos.
Asimismo se acusa a Bo de transferir 800 mil dólares de los fondos del gobierno de un proyecto secreto.
Bo reiteró ayer sus dudas sobre la evidencia presentada por la fiscalía al exponer un relato complicado del caso. Dijo que Wang trató de desertar al consulado el año pasado, no a raíz de la pugna sobre la investigación del asesinato del británico, como se ha entendido, sino porque le había confesado sus sentimientos a Gu y temía la reacción airada de Bo por la afrenta.
“Él me conocía, había trasgredido mi familia y había violado las emociones básicas. Ésta es la verdadera razón por la que decidió desertar. Wang Lijun en realidad trata de enturbiar las aguas”, afirmó Bo.
Agregó que Gu y Wang eran tan cercanos como “uña y carne” y que tenían una relación “muy especial: Yo me sentía frustrado por eso”.
Wang dijo previamente en el tribunal que se acercó a los estadounidenses porque temía por su seguridad después que le dijo a Bo que la esposa del político había asesinado a un británico.
Bo le agradeció al tribunal por haberle permitido defenderse a sí mismo.