Policía allana bar en Bogotá
Cinco hombres y una mujer mueren por asfixia y aplastamiento
BOGOTA, Colombia (AP). Seis personas murieron ayer domingo al intentar salir de un club nocturno al que agentes de Bogotá arrojaron gases lacrimógenos, informó la Policía Nacional, y posteriormente dos de ellos fueron separados del servicio por su participación en el hecho.
Cinco hombres y una mujer murieron por asfixia y aplastamiento, explicó a The Associated Press Maritza Escobar, directora nacional del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General, vía telefónica. El CTI dispuso de al menos 25 investigadores para esclarecer el caso, agregó Escobar.
Además hay dos heridos de gravedad, dijo telefónicamente Carlos Arenas, jefe de prensa de la Policía Metropolitana de Bogotá.
El hecho ocurrió pasadas las 4:00 de la mañana de ayer domingo en el barrio Restrepo cuando uniformados intentaron ingresar al local “Night Club” donde había al menos un centenar de personas bailando rumba y aparentemente arrojaron gas pimienta.
Un equipo periodístico de la AP visitó el lugar y observó los vidrios rotos por donde supuestamente los agentes lanzaron los gases. Los comentarios de los curiosos y los transeúntes eran de indignación con la policía.
“La Policía Nacional ha tomado la decisión de apartar del servicio a dos uniformados, quienes atendieron el procedimiento, con el fin de garantizar el desarrollo de las investigaciones”, explicó la entidad en un comunicado divulgado horas después del incidente ocurrido en el sur de la capital colombiana.
“La institución reitera la plena disposición para cooperar y apoyar el desarrollo de la investigación de la Fiscalía… y el CTI que permitan determinar las circunstancias y responsabilidades individuales frente a los lamentables hechos”, agregó el boletín oficial.
Luz Marina de la Peña, propietaria del local, dijo a la radiodifusora Caracol Radio que la policía llegó y empezó “a golpear la puerta y a echar gases lacrimógenos por debajo… [y] la gente se empezó a asfixiar”.
Indicó que ella abrió la puerta “para que la gente saliera y la policía no dejó salir a la gente. Empezó a agredir, a pegar, a golpear con choques eléctricos y a echar gases… y la gente gritaba que la dejaran salir y no la dejaban salir”.
De la Peña añadió que intentó salir del establecimiento, pero no lo logró. “Lo primero que hicieron fue romper lámparas para que no grabaran con celulares… rompieron ventanas, rompieron todo”, agregó.
Testigos citados por medios de radio y televisión locales que estaban en el interior del “Night Club” dijeron que las seis personas murieron asfixiadas en la calle en momentos en que iban a ser trasladadas a centros médicos.
Aparentemente el establecimiento estaba violando la ley al seguir abierto a esa hora, ya que los negocios públicos en la ciudad solo tienen autorización para despachar hasta las 3:00 de la mañana. La Policía Metropolitana indicó que el lugar ya había sido clausurado en cuatro oportunidades por comportamientos irregulares.
Al parecer los dueños del establecimiento no permitieron que los policías ingresaran al interior, dijo a los reporteros el general Luis Eduardo Martínez, comandante de la policía de Bogotá.
“Algo produce la activación de un gas. Dicen que al parecer gas pimienta y eso es lo que produce la desbandada al interior”, añadió.
Martínez dijo que será la Fiscalía la encargada de establecer si se cometieron errores o si hubo algún exceso de fuerza en el incidente en el que perdieron la vida las seis personas.
En tanto, el secretario de Gobierno de esta ciudad, Guillermo Alfonso Jaramillo, recordó que las autoridades judiciales han insistido en la prohibición del exceso de fuerza en los operativos militares y policiales y pidió una investigación seria.
El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, escribió en su cuenta de Twitter que “no puede ser que una intervención policial mate más gente que si no hubiera intervenido. La falla está en los métodos de intervención”.
Según el analista y abogado Jesús Albeiro Yepes, a los policías que participaron en el incidente podría juzgárseles por “culpa consciente” porque “si bien ellos no querían matar, mire en lo que terminaron las cosas”.
“Si las cosas fueron como dice la dueña del lugar, que la policía no dejaba salir la gente y la golpeaba, estamos hablando de una cosa demasiado grave y eso se llama homicidio doloso”, enfatizó a la AP vía telefónica.
El jurista calificó el hecho de “torpe y desproporcionado” y dijo que seguramente el Estado colombiano deberá pagarles grandes sumas de dinero a los familiares de los afectados.