Villaraigosa aspira a gobernar California
El ex alcalde de Los Ángeles afirma estar preparado para ser gobernador de California en el futuro
LOS ÁNGELES.- A sus 60 años, Antonio Villaraigosa se mira en el espejo y confiesa sentirse cómodo en su piel, poco preocupado por el qué dirán, y asegura estar “listo y preparado” para ser gobernador de California en el futuro, un reto que afrontará con el apoyo de sus hijos.
El que fuera alcalde de Los Ángeles hasta el pasado 30 de junio y uno de los demócratas latinos más prominentes de Estados Unidos, se ha apartado temporalmente del foco de las cámaras después de 20 años de carrera política, para ejercer como asesor de empresas privadas.
Villaraigosa llegó al encuentro con Efe en su coche híbrido, con la chaqueta al hombro y las llaves para abrir las oficinas de Banc of America en Beverly Hills, donde se celebró esta entrevista, la primera que concede después de su etapa como regidor municipal.
“Estoy manejando préstamos para pequeños negocios y para los hogares”, comentó este angelino de tercera generación y de raíces mexicanas, que prefirió mantener la conversación en español, su segundo idioma, algo que hizo con bastante destreza.
Además de trabajar para esa entidad bancaria, Villaraigosa es conferenciante por la agencia Harry Walker que representa también a Bill y Hillary Clinton, Al Gore, Kofi Annan, Felipe Calderón y Vicente Fox, entre otros. Los discursos ya le han llevado a Pekín y en breve parte hacia Corea del Sur.
El exedil fue fichado igualmente por la empresa de productos dietéticos Herbalife para dedicarse al desarrollo estratégico de negocios, una contratación que no estuvo exenta de polémica.
Herbalife está acusada de ser una estafa piramidal que, según la organización League of United Latin American Citizens, tiene muchos hispanos entre sus víctimas.
“En mis años como servidor público siempre ha habido controversia”, reflexionó Villaraigosa, que evitó entrar en discusiones y se limitó a decir que “es un orgullo” colaborar con Herbalife, ya que promueve una “vida saludable” y trata de “reducir el sobrepeso” en la comunidad latina.
Fuera de las oficinas, en sus ratos libres, el demócrata confiesa que está aprovechando para leer “un poquito más” y pasar tiempo con sus hijos.
“Dios me ha dado la gran fortuna de tener tres mujeres y un varón. Siempre me han respaldado en mi carrera pública. Yo les he dicho que no tengo riquezas (que dejarles) pero sí un nombre que creo que se respeta mucho”, señaló.
Villaraigosa pasó por momentos difíciles cuando su esposa en 2007, Corina, le pidió el divorcio y salió a la luz que él mantenía una relación con una reportera de televisión. Un episodio que reconoce que no juega a favor de su aspiración de convertirse en gobernador de California en 2018.
“En política en EE.UU. aunque no tengas errores grandes tratan de explotarlos y exagerar esas cosas”, declaró y afirmó que su experiencia como alcalde de Los Ángeles, una ciudad que comparó con un país, hace que esté “listo y preparado” para tomar el mando del estado.
Villaraigosa no tiene previsto postularse hasta que el actual gobernador demócrata, Jerry Brown, cumpla su ciclo en Sacramento.
“Voy a tener tiempo suficiente para estar enfrente de la gente y preparándome para esa campaña”, manifestó el angelino que se ha propuesto restaurar el ideal de California, algo que pasará por mejorar los colegios y universidades estatales, las infraestructuras y la inversión en investigación y desarrollo.
Al echar la vista atrás, Villaraigosa admite que su etapa en el ayuntamiento le hizo cumplir un sueño y también madurar políticamente. Pasó de ser alguien que quería “ser popular”, que buscaba la aprobación de los demás, para entender que “un líder tiene que hacer cosas que no son populares”.
“Este trabajo es duro”, reflexionó.
Si pudiera viajar en el tiempo hasta 2004 para encontrarse con su yo más joven, le aconsejaría que mirara “al hombre en el espejo: No tienes que depender de lo que dicen otros”.
Villaraigosa considera que la política está “quebrada” y apuesta por un mayor entendimiento entre conservadores y liberales. Para contribuir en esa dirección está en proceso de afiliarse al comité de expertos del Bipartisan Policy Center de Washington.
“Hay muchas áreas donde izquierda y derecha están debatiendo esotéricamente en vez de trabajar juntos para resolver problemas. Yo ya no soy un jovencito en la universidad diciendo que todo es negro o blanco, porque no es verdad”, apuntó.
Un ejemplo de colaboración necesaria es la reforma migratoria que él lleva pidiendo “15 años”, algo que espera que ocurra en 2013.