Hondureño ciego busca volver a casa a falta de cuidado médico
El hombre de 58 años no califica para Medi-Cal porque no es ciudadano, y no califica para ORSA,el programa de servicios públicos del condado, porque no es indocumentado, ya que está amparado bajo el TPS
Miguel Barahona dice que un día regresaba de pasear, se sentó a ver televisión y todo se tornó negro. Crédito: Ciro César / La Opinión
Miguel Barahona, de 58 años de edad, ha trabajado toda su vida. Pero hace un año quedó ciego de un ojo a causa del glaucoma, y su otro ojo necesita una cirugía que él no puede pagar.
“Yo he trabajado de día o de noche. He trabajado sin quejarme y sin parar sin importar el tipo de trabajo; pero ahora que he quedado ciego no puedo hacerlo y lo poquito que tenía ahorrado se me ha ido en pagar cuentas (médicas) y vivo de la caridad de los amigos”, dijo Barahona.
Este inmigrante hondureño llegó a Estados Unidos en 1992, después que se quemó el muelle donde trabajaba. Por muchos años trabajó cortando ropa en los callejones del Centro de Los Ángeles. En 1998, obtuvo el TPS (Estado de Protección Temporal) que fue otorgado a los hondureños y nicaraguenses tras el paso del huracán Mitch.
En los años que trabajó en este país, nunca tuvo seguro médico. En pocas ocasiones se enfermaba, pero en septiembre del año pasado repentinamente quedó ciego.
Él cuenta que regresaba de pasear en bicicleta por el parque cuando se sentó a ver televisión y todo se tornó negro.
“Yo he ido a muchos hospitales. Me han hecho exámenes, pero no me dicen cómo me pueden ayudar. Me mandan de un lugar a otro. En el Hospital General (LAC-USC) me dijeron que espere y que me van a llamar. Pero no me llaman”, dijo.
El necesita una atención médica especializada para la cual hay una larga lista de espera en las clínicas públicas del condado.
Miguel no califica para Medi-Cal porque no es ciudadano, y no califica para ORSA —el programa de servicios públicos del condado— porque no es indocumentado. Con el TPS no tiene derecho a ningún programa de cobertura médica, salvo que sea a través de un trabajo.
Su desesperación por no encontrar una forma de aliviarse, su falta de trabajo y de recursos lo están empujando a regresarse, comentó Cecilia Rodríguez, directora de Alianza Hondureña, quien está tratando de ayudarle a regresar a Honduras.
“Él no se quisiera regresar, pero no tiene muchas opciones. No tiene familia aquí, no tiene trabajo y sin poder ver, no puede conseguir trabajo”, dijo Rodríguez, quien lo llevará el miércoles al Consulado de Honduras en Los Ángeles para sacar el salvoconducto.
El cónsul general Gerardo Aguero Guevara aseguró a La Opinión que le otorgará el salvoconducto gratis para que pueda regresar sin problemas.
Mientras que la Fundación Mandril, del locutor Richardo Sánchez Martínez del show de Radio La Raza El Mandril por la mañana, se comprometió ayer a donar el boleto aéreo de regreso a Honduras.
“Honduras está pobre, pero ¿qué voy hacer aquí? A veces uno ha cumplido con todo, pero todo sólo mal… si pudiera, le pediría la gobierno que ayude a las personas como yo, que han pagado impuesto y han cumplido con todo, pero que han quedado a merced de una tragedia”, acotó Miguel.
