Tendrán que pagar más

MÉXICO, D. F.— El popular Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repeco) al que durante poco más de una década estuvieron afiliados más de 10 millones de pequeños y medianos negocios en el país está a un paso de extinguirse para igualar las condiciones entre pequeñas, grandes y medianas empresas.

Esto quiere decir que María del Carmen Mejía, dueña de la cafetería Ku Delicias —que no tiene más de seis mesas— estará sometida al mismo régimen fiscal que, por ejemplo, McDonald’s, Bimbo o cualquier otra compañía de las grandes porque la Reforma Hacendaria desaparece de un tirón el concepto de pequeño contribuyente.

“Para empezar voy a tener que contratar a un contador que me haga las declaraciones mensualmente; antes, sólo pagaba una vez al año porque la cuota se pagaba así al gobierno local”, prevé Mejía mientras ve pasar a la gente en las afueras de su negocio.

Su contribución anual era de unos 30 dólares, según el tabulador del Distrito Federal para toda compañía que en 12 meses no ganara más de 150 mil dólares. En el resto del país las cuotas eran similares, poco más, poco menos.

Otra ventaja de Repeco era el contrato de buena voluntad entre las recaudaciones estatales y el contribuyente. Éste calculaba cuánto ganaría al año y con base en esa declaración “jurada” se estimaba el impuesto.

Este exceso de confianza sin la debida vigilancia por parte de los gobiernos estatales derivó en una evasión fiscal de proporciones inaceptables para cualquier cobrador de impuestos de la que dio cuenta el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).

Según un estudio que realizó a petición del Gobierno, más del 90% de los pequeños contribuyentes del país evadían impuestos por subdeclaración o dividiendo entre varias personas la declaración de ingresos o simplemente al no registrarse.

Algunos estados clave por el número de habitantes superaron por mucho el impago nacional: en el Estado de México (98.6%), Monterrey (98.5%), el Distrito Federal (97.6%) o Oaxaca (97.4%).

El ITESM sugirió que para hacer eficiente el Repeco se necesitaba limitar el régimen solo para las firmas de menores ingresos así como localizar, incorporar y registrar a los pequeños contribuyetes desde los municipios y promover la bancarización, pero pocas veces se hizo.

Destacó en 2010 el Programa de Actualización de Registros que aumentó en las 17 entidades participantes hasta 2.5 millones de contribuyentes.

Posteriormente los estados estuvieron poco atentos, a pesar de que el impuesto iría directo a sus arcas, y hasta que la Secretaría de Hacienda anunció la desaparición del Régimen de Pequeños Contribuyentes, donde ningún changarro podrá deducir al fisco sin comprobante fiscal.

Ni siquiera la cafetería Ku Delicias porque compra el mandado para su cocina en La Merced, donde los comerciantes no dan facturas. Ninguno de los 77 mil mercados públicos del Distrito Federal lo hace ni los millones de todo el país.

“Sin las ventajas que tenían los pequeños contribuyentes se va a alentar la informalidad”, advirtió el diputado de la Asamblea capitalina Mauricio Tabe.