Poca ayuda para los migrantes
Apenas 74 agentes protegen a los que cruzan México
MÉXICO, D.F. La protección de la integridad y los derechos humanos de más de 400 mil migrantes centroamericanos que cruzan cada año México, más los connacionales que intentan llegar a Estados Unidos, está en manos de apenas 74 integrantes de los Grupos Beta.
En lugar de crecer, el número de agentes de los grupos, que se crearon en 1990 en Tijuana, ha disminuido en los últimos años. Solo de 2009 a 2012 pasaron de 78 a 75.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), del cual dependen, los grupos tienen como misión “trabajar por la defensa y salvaguarda de los derechos humanos de los migrantes”. Su tarea es otorgarles auxilio y protección en situaciones de riesgo, y frente a intentos de abuso por parte de autoridades y/o particulares.
“La Secretaría (de Gobernación) creará grupos de protección a migrantes que se encuentren en territorio nacional, los que tendrán por objeto la protección y defensa de sus derechos, con independencia de su nacionalidad o situación migratoria”, establece el artículo 71 de la Ley de Migración.
“La Secretaría celebrará convenios de colaboración y concertación con las dependencias y entidades de la administración pública federal, de las entidades federativas o municipios, con las organizaciones de la sociedad civil o con los particulares, con el objeto de que participen en la instalación y funcionamiento de los grupos de protección a migrantes”, agrega.
Sin embargo, un reporte de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación reconoce que su labor se concentra principalmente en tareas administrativas y de orientación.
El documento, proporcionado por la dependencia en respuesta a una solicitud de información, detalla que de las 7 millones 619 mil 318 acciones reportadas por los Grupos Beta entre 2002 y 2012, el 57 por ciento correspondieron a orientaciones, el 22 a asistencia social a migrantes y el 15 a atención a mexicanos repatriados desde EU.
Es decir, sólo 6 por ciento de la actividad consistió en labores de patrullaje, rescate de migrantes, auxilio a heridos, búsqueda de desaparecidos e interposición de quejas contra autoridades.
Actualmente, operan 21 Grupos Beta en nueve entidades del país, con un promedio de 3.5 agentes provenientes del INM y de corporaciones estatales y municipales. El mayor número de grupos y agentes se concentra en Chiapas y Sonora.
“La cantidad de personal resulta insuficiente para atender a los flujos masivos de indocumentados que viajan por tren y carreteras, más aún cuando en los grupos hay elementos que son administrativos y se quedan en las oficinas”, advierte un estudio del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde).
El reporte Hacia un Sistema de Rendición de Cuentas en Pro de los Derechos de las Personas Migrantes en México, advierte que la labor de los grupos se ve limitada por el crimen organizado, y que, incluso, se han denunciado casos de presunta vinculación de sus integrantes con delincuentes.
“Un ex integrante afirma que la colusión con el crimen organizado no es visible, por el nivel de organización de estas redes. Describió que en Chiapas el Grupo Beta es bien visto y puede hacer su trabajo, pero en el norte han tenido problemas con el crimen organizado. En 2005 dos agentes de Grupo Beta fueron asesinados en Sásabe, Sonora”, detalla.
El Insyde consigna el caso de un integrante del Grupo Beta de Comitán que fue despedido por haber iniciado una investigación sobre trata de personas. El agente recolectó información para probar la explotación sexual de ocho niñas en la frontera con Guatemala, en 2007.