¿Adelgazan de verdad los productos ‘light’?

Existen creencias erróneas que confunden a las personas para mantener o perder peso

Productos lácteas, papas fritas y mayonesa 'lights' deben ser tomados con precaución.

Productos lácteas, papas fritas y mayonesa 'lights' deben ser tomados con precaución. Crédito: Agencia Reforma

La preocupación por seguir una dieta equilibrada, prevenir enfermedades y el culto a la delgadez han propiciado que la alimentación sea cada vez más importante.

Este interés ha permitido que surjan creencias erróneas que confunden a las personas para mantener o perder peso.

“Entre ellas está la existencia de los productos light, que en realidad siguen siendo calóricos, pues buena parte de sus ingredientes son grasas necesarias para conferirles sabor y textura”, señala la nutrióloga Patricia Ancer Rodríguez.

Ejemplos de ello son las mayonesas, las papas fritas o el paté light, que deben consumirse con moderación porque siguen siendo calóricos, en comparación con otros alimentos ligeros.

“Si revisamos la etiqueta podemos comprobar que no todos los productos light son tan ligeros como parecen. Los requisitos que debe cumplir un alimento para ser clasificado como light son que haya un producto de referencia en el mercado, por ejemplo, la leche entera y la leche desnatada, o la mayonesa y su homóloga light, además de que la reducción del valor energético sea como mínimo del 30 por ciento respecto al producto de referencia”, menciona la experta.

Sin embargo, asegura que más de la tercera parte de los alimentos de ese tipo no pueden ser considerados como tales porque no alcanzan dicho porcentaje.

“El hecho de que aparezca en los envases la palabra ‘sin azúcar añadido’, ‘bajo en grasas’ o similares no significa que sean adelgazantes, aunque es verdad que su aporte calórico es inferior respecto a los alimentos que imitan, pero algunos contienen grasas y azúcares en grandes cantidades”, avisa.

Por eso, el consumidor debe moderar la cantidad y porción.

“Debemos leer los datos que indica su etiqueta, en especial lo referente al etiquetado nutricional y la lista de ingredientes, que por ley se presentan en orden creciente a su peso”, comenta la nutrióloga.

La mayoría de los alimentos que sí son light reducen su poder energético sustituyendo el azúcar por edulcorantes y la grasa por sustitutos químicos.

“En la mayonesa, la reducción en la cantidad de aceite y huevo se compensa con la adición de agua, y en los panes de leche, cada unidad es de un peso significativamente menor que la muestra no light, con lo que resultan menos calóricos por ración pero a igualdad de peso esta reducción sería menos relevante”, destaca.

Los mensajes como diet o “sin azúcar añadido” pueden ser interpretados como menos calóricos, pero esto no siempre es así.

“Es verdad que algunos de estos productos son muy útiles y cumplen su función, sobre todo en personas diabéticas o con el nivel de triglicéridos elevado que no puedan ingerir azúcar, pero puede suceder que su capacidad energética sea similar e inclusive superior al equivalente convencional”, indica Patricia Ancer Rodríguez.

Por ejemplo, en algunas mermeladas sin azúcar no se reduce el aporte calórico, porque el azúcar es sustituto de la fructosa.

Otro error puede estar en el etiquetado del pan tostado sin azúcar, ya que el poder energético de este producto no viene por los azúcares añadidos, sino porque es rico en hidratos de carbono.

“Para leer correctamente una etiqueta hay que fijarse primero que nada en el tamaño de la porción mencionada, para verificar el contenido exacto de nutrientes, recomienda la nutrióloga Carmen Gutiérrez.

“Si consumes normalmente el doble de la porción señalada, entonces debes duplicar las cantidades que aparecen en la información nutrimental”.

En los alimentos light debes considerar también que te quitan un ingrediente, por ejemplo la grasa, pero le agregan azúcar.

“Siempre debemos checar los ingredientes aunque la etiqueta diga que es light, entre lo básico está el número de porciones y raciones por envase. Busca alimentos que su contenido de fibra sea mínimo de un gramo y compara el contenido de azúcares con el de carbohidratos totales”, comenta Gutiérrez.

Si buscas perder peso, entonces debes checar el contenido de calorías por porción, así como el número de azúcares y grasas.

Por ejemplo, si se trata de un producto libre de calorías, checa que contenga menos de cinco calorías por porción.

Revisa con detenimiento

Las versiones ligeras sustituyen algunos componentes por otros, así que hay que estar atentos.

Cereales para desayuno — Son vehículo de nutrientes como los hidratos de carbono, además contienen vitaminas y minerales. Para su elección hay que tener en cuenta los ingredientes añadidos, como chocolate, frutas secas o miel. Estos ingredientes aumentan su valor nutritivo, pero también su aporte calórico.

Postres lácteos — Las natillas y cremas de chocolate normales aportan una elevada cantidad de azúcar (dos sobres de azúcar por cada envase) a pesar de ser una buena fuente de leche con todos sus nutrientes. No son aconsejables para quienes deben controlar los azúcares de su dieta, como la diabetes y la hipertrigliceridemia.

Queso fundido — El queso fundido ligero es un producto menos graso y calórico que la versión normal. No obstante, este tipo de quesos, incluida su versión ligera, debe limitarse o consumirse con moderación.

Mayonesa — La mayonesa ligera es un producto con menos calorías y colesterol que la mayonesa tradicional, porque contiene menos huevo y aceite.

Refrescos — La característica común de estas bebidas ‘light’ es que se sustituye el azúcar por edulcorantes sin calorías.

Yogur y leches fermentadas — Están especialmente indicados en caso de trastornos digestivos, pero no pueden tomarlo quienes son alérgicos a la proteína de la leche. Las versiones desnatadas son buenas para controlar las calorías.

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