latinos pero no integración Mayoría, pero aún segregada

Muchos latinos en California viven en aislamiento racial y linguistico

Tony Campos, primer oficial electo latino de Watsonville, muestra una galería de fotos de los alcaldes del poblado, de mayoría latina.

Tony Campos, primer oficial electo latino de Watsonville, muestra una galería de fotos de los alcaldes del poblado, de mayoría latina. Crédito: AP

WATSONVILLE.— En una plaza del centro de la ciudad, algunos músicos con llamativas vestimentas de vaquero tocan una pieza de mariachi mientras caminan por el lugar.

Al mismo tiempo, numerosas personas que hablan español recorren diversos puestos de comida, prueban guisos de nopales, aspiran el aroma de los chiles asados y compran paquetes de tamales calientes rellenos con carne de cerdo.

La escena es cada vez más típica en localidades de todo California, donde los hispanos están por convertirse el año entrante en el mayor grupo étnico del estado.

Watsonville es sólo una de las decenas de comunidades en California donde los hispanos superan en número a los blancos.

La localidad de 52 mil habitantes está ubicada en la pintoresca costa del centro de California, donde la buena calidad de la tierra y un clima agradable favorecen los cultivos de fresas y lechugas, y donde una fuerza laboral de bajos sueldos pero de empuje y decidida es el motor de diversas fábricas que producen de todo, desde artesanías de vidrio hasta amortiguadores de tecnología avanzada.

El español es el medio de comunicación en la mayoría de las casas y negocios en la ciudad, y una de cada cinco familias tiene aislamiento lingüístico, es decir, ninguno de sus integrantes mayor de 14 años habla inglés.

El incremento de la inmigración no aumentó la diversidad en Watsonville; ésta es una comunidad que se dirige hacia el aislamiento racial, un fenómeno que se amplía en el estado en lo que sería un panorama del posible cambio en una nación en momentos en que los blancos no hispanos pasarán a ser minoría en los próximos meses.

Al igual que en la mayoría de las localidades estadounidenses, Watsonville se formó con las oleadas de inmigrantes, croatas, portugueses, filipinos y japoneses, cada una de las cuales trajo su propia lengua, costumbres y gastronomía. La actual marea hispana trajo una influencia latinoamericana.

“Para mí, el centro de Watsonville es como un pequeño poblado mexicano”, dijo Oscar Ríos, que fue el primer alcalde hispano de Watsonville. “Todos hablan español. Los restaurantes son mexicanos. [Watsonville] tiene un sabor muy distinto a las localidades típicas estadounidenses”, agregó.

Ríos llegó al cargo después de un histórico caso dirimido hace 25 años sobre derechos electorales en el que se consideró discriminatorio al sistema de elección por mayoría y se dispuso elecciones distritales para poner fin a la autoridad política blanca. En aquel entonces, 50% de los habitantes eran hispanos.

En la actualidad, 82% de los habitantes son inmigrantes, o descendientes de inmigrantes, en su mayoría procedentes de México, pero también de otras latitudes de América Latina.

“Las comunidades donde viven los hispanos se vuelven cada vez más hispanas al paso del tiempo”, dijo el sociólogo John Logan, de la Universidad Brown. “Y ante la llegada de más hispanos, éstos continúan viviendo en vecindarios muy separados”, agregó.

Sin embargo, los vecindarios predominantemente blancos también registran una afluencia de latinos, dijo Logan.

Hans Johnson, del Instituto de Política Pública de California, dijo que hay indicios de un aumento de la segregación residencial, pero esta coyuntura se convierte en un problema sólo cuando los lugares son muy segregados y terminan económicamente marginados durante generaciones de inmigrantes.

La socióloga Susan Brown, de la Universidad de California, dijo que al paso de las generaciones, localidades como Watsonville se volverán más norteamericanizadas, aunque al mismo tiempo algunas cosas de la cultura mexicana han permeado en el tejido social estadounidense, agregó.

Señaló que la salsa hace tiempo que rebasó a la cátsup como el principal condimento en la nación.

Brown dijo que grandes símbolos de Estados Unidos como los hot dogs y las hamburguesas son legado de una oleada de más de cinco millones de inmigrantes alemanes que llegaron al país hace un siglo.

“Esta oleada mexicana constituye un grupo numeroso”, afirmó Brown. “Sin embargo, olvidamos la llegada del enorme número de alemanes y la absorbimos”, agregó.

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Interactivo AP:

http://hosted.ap.org/interactives/2013/reforma-migratoria/

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