Autobús turístico de horror
Inspeccionan a medio centenar de firmas que no cumplen las regulaciones
El más trágico de los 11 accidentes de autobuses turísticos de este año en California fue aquel del domingo 3 de febrero, cuando un camión que regresaba a Tijuana de un paseo por Big Bear se quedó sin frenos en Yucaipa y ocho de sus pasajeros murieron.
A partir de entonces, el Departamento de Transporte (DOT) reforzó sus inspecciones y empezó a clausurar compañías que representan un riesgo a la seguridad de pasajeros, choferes y automovilistas.
La más reciente fue la empresa It’s Good Promotion, con sede en el Este de Los Ángeles y registrada a nombre de John Andrew Ciego.
El DOT informó ayer que se ordenó el cierre de esa compañía porque representa un peligro inminente.
Los inspectores federales detectaron varias irregularidades, como permitir conducir a choferes que resultaron positivos en exámenes antidrogas o que no cuentan con licencia comercial de manejo, así como no asegurar que sus unidades recibieran mantenimiento y reparaciones adecuadas.
Además se descubrió que el nombre de la compañía de John Andrew Ciego y el registro federal ante el DOT, estaban siendo utilizados para operar autobuses de otras compañías que ya habían sido dadas de baja por incumplir con las normas de seguridad.
Hace dos semanas el DOT anunció que había puesto fuera de circulación a la compañía Salcido Tours, también con sede en Los Ángeles, como parte de una operación a nivel nacional llamada Quick Strike, la cual ordenó el cierre de 52 empresas y poner fuera de servicio 340 autobuses.
Los investigadores del DOT se enfocaron esta vez en It’s Good Promotion luego de que uno de sus camiones de pasajeros cruzó la frontera de Tijuana a San Diego, por la garita de Otay Mesa, el 1 de diciembre pasado.
Ese día por la mañana, el mismo autobús con la leyenda It’s Good Promotion, intentó cruzar la frontera por El Paso, Texas, pero los agentes aduanales lo regresaron al detectar que dos semanas atrás el DOT había ordenado sacar de circulación esa unidad.
Cuando intentó su ingreso por Otay Mesa, los aduanales informaron al DOT y se inició una investigación que culminó con el cierre de la compañía, la cual tiene su oficina y taller en el 3900 de la calle Whiteside, en el Este de Los Ángeles, donde también opera una compañía de servicios funerarios.
A pesar de que el taller permanecía ayer abierto, nadie estuvo disponible para dar un comentario. El teléfono de la compañía ya fue desconectado.
La investigación aún está en proceso y podrían cerrar más compañías. En todo California se estima que de las 370 empresas de autotransporte, unas 50 estarían en la mira de los inspectores federales.