Reforma al sistema de salud
La reforma al sistema de salud representa una oportunidad histórica para profundizar la integración de los inmigrantes
Migración
La columna de la semana pasada la dediqué al tema de la integración de los inmigrantes, asunto que ilustré con el ejemplo de las licencias de manejo para aquellos que no tienen documentos. El otro gran ensayo de integración que vivimos en estos momentos gira en torno a la reforma al sistema de salud y atención médica en este país. La reforma impulsada por el Gobierno del presidente Barack Obama, más conocida como “Obamacare”, entra en vigor este año, luego de un período de inscripción de varios meses que está por cerrar.
La reforma intenta ampliar la cobertura de atención a la salud haciendo más barato el costo de los seguros médicos. Pero para que este esquema funcione es necesario que los segmentos de la población en edades jóvenes y típicamente más sanos participen masivamente adquiriendo su seguro médico. No es otra cosa más que el clásico sistema solidario en el que aquellos individuos que por su edad incurren en pocos gastos médicos subvencionan a los adultos mayores. Es el mismo sistema con el que funciona la seguridad social, aunque una diferencia importante es que la reforma de salud sigue apoyándose en el sistema de aseguradoras privadas.
Así las cosas, el éxito de la reforma al sistema de salud depende en buena parte de que los latinos, tanto inmigrantes como nativos de Estados Unidos, se inscriban y adquieran alguno de los seguros que ofrecen cobertura médica. Los latinos, en general, y aquellos de origen inmigrante, en particular, cumplen con las características ya mencionadas: son generalmente jóvenes y saludables. La alta concentración de esta población en California hace de su participación una condición indispensable para que el nuevo sistema de salud arranque y sobreviva en nuestro estado.
Pero la inscripción de los latinos al nuevo esquema ha sido alarmantemente baja. En diciembre, apenas unos cuantos miles se habían registrado. Aunque la cantidad de latinos que se han inscrito ha aumentado en los últimos tres meses, los números siguen estando por debajo de lo esperado y el asunto ha encendido los focos rojos.
¿Qué tiene que ver todo esto con el tema de la integración de los inmigrantes? La escasa participación de los latinos en el nuevo sistema refleja las dificultades que los inmigrantes latinoamericanos y especialmente los de bajos recursos han enfrentado para acceder a los servicios de salud en este país. Esas barreras no desaparecen por decreto presidencial o del Congreso o gracias a una campaña publicitaria en los medios de comunicación en español.
El caso es que estamos frente a un momento histórico, en el que la reforma al sistema de salud puede convertirse en un mecanismo de integración de los inmigrantes. Estar inscrito en el sistema es en sí mismo un indicador del conocimiento que un inmigrante tiene del derecho a la atención médica, así como una oportunidad para que ese individuo interactúe con instituciones sociales dedicadas a la prevención y la cultura de una vida sana.
Es una ventana que se abre y hay que aprovecharla.