Adiós a un gran escritor
El mundo de las letras está de luto con la desparición de Gabriel García Márquez, uno de los escritores más relevantes del siglo XX. Su talento e imaginación llevó a millones de lectores a recorrer el nuevo mundo del realismo mágico con Cien de Años de Soledad, la novela que abrió las puertas a una de las eras más fructíferas de la literatura latinoamericana.
García Marquez fue un escritor extraordinario capaz de unir los límites de lo real y lo irreal, como lo dijo la Academia Sueca al otorgarle el Premio Nobel de Literatura en 1982. El colombiano creó tramas universales con personajes imaginados desde América Latina, viviendo en universos donde lo increíble es parte de lo cotidiano.
Si bien la novela fue la actividad que lo llevó a la fama, su pasión por el cine lo impulsó a escribir guiones, llegando a trabajar con Carlos Fuentes en la película El Gallo de Oro, del cuento de Juan Rulfo.
El periodismo también fue una pasión ejercida desde jóven, por eso siempre se consideró primero un periodista.
Entre libro y libro escribió de manera regular en revistas para no perder la práctica. La pasión periodística lo llevó a fundar el Taller del Nuevo Periodismo Iberoamericano donde combinaba su larga historia de defender al periodismo con la calidad. “Un factor esencial en la defensa de la integridad de un periodista, de su independencia y hasta de su vida, es una buena formacion profesional”, dijo en una ocasión.
García Márquez llevaba mucho tiempo enfermo, su fallecimiento no es una sorpesa. No obstante, hay una tristeza que embarga a millones con la desaparición del autor de Macondo, ese pueblo cuya magia es parte de la vida de sus lectores. Asi son las despedidas.
El consuelo es que su obra estará por siempre con nosotros para que las generaciones venideras puedan conocer, por ejemplo, la angustia de un patriarca en el otoño de su poder a través de un escritor extraordinario.
