El congreso regresó al Capitolio después de sus vacaciones
El congreso trabajará en los temas del aumento al salario mínimo y la ley de salud
Los congresistas han regresado hoy al Capitolio tras las dos semanas del receso de Pascua para reactivar la agenda legislativa, que previsiblemente estará copada por los debates sobre el aumento del salario mínimo y los intentos republicanos de tumbar la reforma sanitaria.
No obstante, la polarización que está viviendo el Congreso halla un lugar de calma en el interés de ambos partidos de aumentar la presión contra Rusia a raíz de los acontecimientos en Ucrania, cuya crisis no remite pese al acuerdo alcanzado el día 17 en Ginebra.
Las elecciones legislativas de noviembre ya empiezan a acercarse y según los cálculos de los expertos, los demócratas lucharán para mantener su estrecha mayoría en el Senado, mientras que los republicanos podrían ver incrementada la suya en la Cámara de Representantes.
Previsiblemente, los conservadores centrarán su estrategia política sobre su oposición radical a la ley de reforma sanitaria del presidente Barack Obama, pese a que según datos oficiales ya más de 8 millones de ciudadanos se han inscrito en los nuevos seguros médicos.
Mientras tanto, los demócratas seguirán presionado para negociar una subida del salario mínimo a los $10.10 dólares la hora, una medida empujada con fuerza por el propio presidente, que sin embargo no logra cuajar entre los más conservadores, quienes creen que el encarecimiento de la mano de obra debilitará el tejido empresarial.
La reforma migratoria continúa siendo un tabú para el ala más conservadora de la Cámara de Representantes, donde el proyecto de ley bipartidista aprobado en el Senado lleva atascado desde hace casi un año.
Pese a las rotundas negativas de los líderes republicanos en los últimos meses para debatir un texto al respecto, las declaraciones de los últimos días del presidente de la Cámara, John Boehner, han dejado un halo de esperanza, al mofarse de la falta de acción de sus compañeros de bancada durante un evento en su estado, Ohio.
Precisamente este fin de semana, la republicana Cathy McMorris Rodgers, la cuarta legisladora en rango republicano de la Cámara, consideró que un acuerdo sobre la reforma migratoria podría alcanzarse antes de las elecciones.
“Creo que hay un camino para que tengamos un proyecto de ley en el pleno antes de agosto”, afirmó a la revista The Spokesman-Review.
Aún así, la oficina de Boehner restó importancia a sus comentarios, y el presidente de la Cámara ni siquiera mencionó el tema migratorio en su discurso semanal del pasado sábado.
En cambio, la Cámara sí debatirá y someterá a voto esta semana una serie de medidas destinadas a frenar la trata de blancas, un asunto que preocupa a los conservadores y a sus bases.
Tras ello, está previsto que la cámara baja comience a considerar los proyectos de ley relativos al presupuesto federal para el año fiscal 2015, que casi con toda seguridad serán otro motivo de discusión entre los dos partidos.
Sin embargo, la disposición al diálogo sobre las asignaciones presupuestarias da a entender posibilidades de éxito después que el Congreso aprobase un acuerdo para el gasto de dos años el enero pasado, algo que no ocurría desde hacía años.
En el otro lado del Capitolio, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, tratará de hacer avanzar la propuesta del salario mínimo esta misma semana, según prometió antes del receso, y ha desestimado posponer el voto para alcanzar un acuerdo bipartidista con un incremento menor al de los $10.10 dólares.
Hoy mismo, durante la reanudación de la actividad, Reid acusó a los republicanos de utilizar tácticas de ataque a través de anuncios políticos en vez de debatir los problemas reales de los ciudadanos, como el salario mínimo.