El fin de un sueño para Cesc Fábregas

El volante regresa a la Liga Premier, pero ahora al Chelsea

El volante Cesc Fábregas fue traspasado ayer al Chelsea, donde se encontrará con el técnico Jose Mourinho.

El volante Cesc Fábregas fue traspasado ayer al Chelsea, donde se encontrará con el técnico Jose Mourinho. Crédito: <copyrite>archivo</copyrite><person>< / person>

Barcelona, España

Tres veranos después, Cesc Fàbregas ha emprendido el camino de vuelta a la ‘Premier’, con el alma rota y la decepción por ese sueño destruido, el que le llevó de regreso al Barcelona, de donde ha vuelto a irse por la puerta de atrás.

Regresa Cesc a Londres, la ciudad donde se convirtió en el hijo pródigo del barcelonismo. Esta vez su destino no será el Arsenal, sino el Chelsea de Jose Mourinho, el entrenador que le vio debutar de azulgrana en aquella Supercopa de España en el Camp Nou, que será recordada por la noche que el técnico luso le puso el dedo en el ojo a Tito Vilanova, entonces ayudante de Pep Guardiola.

Desde ese día el papel de Cesc en el Barça siempre estuvo condicionado a la dificultad de encontrar su sitio en el singular modelo azulgrana.

Cuestionado, incomprendido y, en ocasiones, silbado por una parte del Camp Nou, Fàbregas jamás encontró la regularidad para convertirse en pieza indispensable en los esquemas de Guardiola, Vilanova y Martino.

Tras explotar en el Arsenal, donde jugó ocho temporadas, el barcelonismo lo señaló como el profeta llamado a resguardar el juego de toque y posesión del Barça de Guardiola.

Su llegada en 2011 era una apuesta de futuro. El plan no era otro que relevar a Xavi como mariscal en el centro del campo. Pero el sistema operativo de Cesc no acabó de adaptarse a la horizontalidad que le pedía el Barça.

Su amor a la verticalidad no cuajó con el estilo horizontal y paciente que necesita un interior azulgrana. Por ello, Guardiola recuperó el 3-4-3 en su última temporada para intentar que el alma de mediapunta de Fàbregas se adaptara a un equipo creado alrededor de la figura de Leonel Messi.

La innovadora idea del de Santpedor llegó a su cenit en la final del Mundial de Clubes de ese año. El Barça goleó al Santos de Neymar con una alineación plegada de centrocampistas. En aquel anárquico esquema, Cesc sí lució con luz propia

quieromasfutbol.com

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