Presunto nazi murió en EEUU antes de ser extraditado a Alemania
Un juez autorizó la extradición de Johann Breyer, de 89 años sin saber que horas antes el hombre había fallecido
Un presunto nazi que sería extraditado a Alemania por ayudar en el asesinato de 200,000 judíos en el campo de concentración de Auschwitz murió el martes en un hospital de Filadelfia, sin que se dieran a conocer las causas.
Johann Breyer, de 89 años, quien trabajó como guardia en el campo de concentración de Auschwitz siempre negó su responsabilidad en el genocidio pero la justicia le siguió un proceso por lo que un juez autorizó su extradición a Alemania para ser juzgado, pero el falló llegó demasiado tarde, porque el presunto nazi falleció horas antes de que se diera a conocer la decisión del juez.
El juez dictó el fallo sin saber que Breyer había fallecido había fallecido horas antes.
Breyer, un obrero especializado en la fabricación de herramientas, fue arrestado en junio en su domicilio en Filadelfia.
Su abogado solicitó su liberación durante una audiencia el 18 de junio citando su pobre salud y las señales incipientes de demencia, petición que fue denegada por un juez ante “la grave naturaleza del crimen cometido”.
El sábado fue ingresado en el hospital Thomas Jefferson de Filadelfia por problemas de salud no especificados.
El presunto nazi admitió haber sido guardia en el campo de concentración pero aseguró que estaba destacado en el exterior y no había participado en ningún crimen ni sido consciente del genocidio.
Breyer emigró a EEUU en 1952 y las autoridades intentaron retirarle la nacionalidad estadounidense y deportarlo en los años 90 después de que se conociese su vinculación con el nazismo.
Esos intentos fracasaron después de que un juez indicase que era hijo de una ciudadana estadounidense y dictaminase que había sido forzado a sumarse a las SS alemanas.
Su caso se reabrió después de que el juez federal alemán a cargo de los crímenes de guerra durante el nazismo presentase pruebas que demostraban que Breyer había llegado a Auschwitz antes de lo que él había asegurado.
Los fiscales alemanes querían juzgarlo por 158 cargos de ayuda e instigación al asesinato, un cargo por cada uno de los 158 trenes cargados con judíos que murieron en las cámaras de gas en Auschwitz en 1944.
Breyer emigró a Filadelfia tras finalizar la II Guerra Mundial y vivió una vida tranquila con su mujer, hijos y nietos hasta que en los años 90 EEUU trató de retirarle la ciudadanía, que obtuvo a través de su madre, una estadounidense que emigró a Europa, donde nació Breyer.
Con información de EFE