Afroamericano nominado para liderar la seguridad en Missouri
El gobernador Jay Nixon quiere a a Danel Isom para dirigir del Departamento de Seguridad
Tras semanas de violentas protestas raciales por la muerte de un joven de color en manos de un policía, y luego de que la calma regreso al suburbio de Ferguson, el gobernador de Missouri, Jay Nixon, nominó al afroamericano Danel Isom para que dirija el Departamento de Seguridad de su gabinete.
A través de un comunicado, Nixon, que ha afrontado duras críticas por su gestión de los disturbios en Missouri, anunció la nominación de Isom para encabezar el cargo más alto del estado en seguridad, sin hacer alusión al origen del candidato.
El suburbio de Ferguson, San Luis, vivió dos semanas de violentas protestas por la muerte del joven afroamericano, Michael Brown en manos de un policía, lo que provocó indignación entre la población que denunció que se trataba de un caso de racismo y salió a las calles a protestar y exigir justicia.
Si recibe la confirmación del senado estatal, Isom supervisará a la Patrulla de Carreteras, la Guardia Nacional, la oficina de Seguridad Nacional y la dirección de emergencias, entre otras agencias que operan en Missouri, después de que en las últimas semanas se haya evidenciado la desconfianza de la comunidad afroamericana -mayoritaria en localidades como Ferguson- hacia la Policía y las autoridades -casi en su totalidad blancos-.
Isom, que sustituye a un funcionario que se jubila, tiene 24 años de experiencia en la fuerza policial de San Luis, cuatro de ellos como jefe, además de un amplio currículum académico en criminología y justicia criminal.
“Tiene una experiencia y un entrenamiento en el cumplimiento de la ley casi inigualables, incluyendo la dirección de una de las mayores fuerzas policiales del estado”, señaló el gobernador en su comunicado.
La nominación de Isom coincide con la retirada completa de las calles de Ferguson de la Guardia Nacional, a la que Nixon envió ante un repunte de las protestas.
Desde el pasado jueves Ferguson, una localidad de 21,000 habitantes cercana a San Luis, ha consolidado la pacificación de sus calles tras dos semanas de duras protestas que llegaron a saldarse con decenas de arrestos, heridos, y enfrentamientos entre los agentes y los manifestantes.
Las marchas y los disturbios comenzaron hace más de dos semanas en reacción a la muerte del afroamericano Michael Brown, de 18 años, a manos del policía blanco Darren Wilson, en circunstancias aún por esclarecer y cuando el joven iba desarmado.
El suceso ocurrió el 9 de agosto, sábado, y al día siguiente la vigilia por su muerte dio paso a saqueos, enfrentamientos y el inicio de unas protestas que han evocado los disturbios raciales de otras épocas en Estados Unidos.
En esas dos semanas las acciones del gobernador Nixon para calmar las protestas se observaron con lupa y recibió críticas por haber reaccionado tarde, por imponer un toque de queda durante dos noches y por desplegar a la Guardia Nacional.
En los primeros días de la protesta la policía local estaba al frente de la seguridad pero tras ser acusada de actuar de manera desproporcionada y cuestionada su militarización, Nixon decidió reemplazarla por la Patrulla de Carreteras de Missouri, liderada por el afroamericano Ron Johnson.
Sus nuevos modos, más conciliadores y empáticos con los manifestantes, contribuyeron al descenso de la tensión y llevaron finalmente a la pacificación de las calles, a lo que también contribuyó la visita del fiscal general de EEUU, Eric Holder, el primer afroamericano que lidera la cartera de Justicia en la historia del país.
El funeral de Brown se celebró el lunes, pero aún quedan por esclarecer las circunstancias de su muerte y ver cómo evoluciona el proceso judicial, que ha comenzado con polémica y recelos.
El gobernador ha rechazado apartar de la investigación del caso al fiscal del condado de San Luis, Bob McCulloch, como le pedían sus críticos. Se cuestiona su imparcialidad porque su padre era un policía que murió cuando estaba de servicio.
Falta por ver si la decisión de nombrar a Isom para el puesto más alto en Seguridad Pública del estado consigue apaciguar las críticas hacia Nixon y su gestión de esta crisis que ha reabierto el debate racial en Estados Unidos y captado la atención internacional.
Con información de EFE