Asesinato en Sacramento
La delincuencia es uno de los argumentos preferidos de los críticos de la inmigración. Por eso cuando un indocumentado comete un delito serio, el crimen deja de ser el acto de un individuo para ser definido en una consecuencia de la supuesta liviandad de las leyes migratorias.
Este es el caso del mexicano Luis Enrique Monroy Bracamontes que hace unos días fue acusado, junto a su esposa, de matar a dos oficiales del Sheriff del Condado de Sacramento y de herir a otra persona durante una serie de tiroteos y secuestros de autos. Ellos fueron apresados el viernes pasado.
Poco después se supo Monroy Bracamontes tiene un historial de deportaciones desde 1997 y reingresos, de arrestos por drogas y armas. En los últimos años se manejó por Utah y California con nombre falsos hasta el momento de los asesinatos
Es aparente que Monroy Bustamante lleva una larga carrera de delicuencia que ahora incluye un doble asesinato. De ser declarado culpable merece todo el rigor de la ley, por sus delitos cometidos. Su historial migratorio es irrelevante al delito en si.
El reingreso, después de una deportación, es un hecho común especialmente para los deportados que dejan sus familias en Estados Unidos. Es también el principal motivo para ser expulsado del país si es en encontrado. El Servicio de Inmigración y Aduanas deportó 444,000 personas en el período 2012-13 por reingresar al país. Ese es el principal motivo actual de deportacion.
Al mismo tiempo la frontera con México está más custodiada que nunca. Se ha reforzado con más patrulleros y tecnología, sin embargo el tamaño de la misma hace practicamente imposible sellarla herméticamente.
Lamentablemente, una manzana podrida está siendo aprovechada para denunciar el peligro de las leyes de inmigración que supuestamente deja entrar delincuentes y así también en manchar a todos los indocumentados.
Este tipo de critica daría entender que hay alguien seriamente a favor de la frontera abierta o de los criminales. Esta es una proyección para llevar el agua a su molino.
Estamos de acuerdo en la reforma de leyes migratorias, en el castigo a los crimnales y en no manipular acciones individuales y tragedias con fines políticos