Editorial: Un voto republicano a favor del odio
El acto de la Cámara Baja es simbólico en su impacto pero real en su significado
El reciente voto de la Cámara de Representantes declarando inconstitucional la acción ejecutiva del presidente Obama sobre inmigración fue un acto político vacío, cuyo único valor es la expresión del desacuerdo ya que no tiene posibilidad de conducir a algo concreto.
Es una pérdida de tiempo, pero en la comunidad latina este gesto tiene un significado muy concreto. En específico, es el deseo de una mayoría republicana de querer dejar expuesta a la deportación y al abuso laboral a millones de personas que estarían protegidas por la acción de La Casa Blanca.
Para estos legisladores la orden ejecutiva es una acción reprobable porque proviene de Barack Obama, porque ayuda a los indocumentados ―los cuales no merecen nada más que castigo según estos legisladores― y porque los beneficiados son millones de personas, una cifra escalofriante para quienes temen ridículamente la invasión del sur.
El odio político a la Casa Blanca, la ignorancia sobre el aporte económico que realizan estos inmigrantes y el miedo es lo que impulsa esta votación.
Estos son los sentimientos que predominan en la bancada republicana de la Cámara Baja, la cual es incapaz de quitarse las anteojeras ideológicas para ver con madurez la cuestión migratoria.
Este es el clima y la dinámica que prevaleció los últimos años. Ahora esto cambia. Los republicanos tendrán el control del Congreso con la posibilidad de producir medidas razonables para todos los estadounidenses.
Un ejemplo del cambio es la deserción de los congresistas republicanos de Florida, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, quienes creen que la acción de Obama es limitada y el Congreso debe ampliar la medida. De igual manera hay legisladores republicanos de California que también se opusieron.
Lamentablemente lo que comprenden estos republicanos es ignorado por su liderazgo. Ellos saben el sentir de los latinos y sueñan con un cambio dentro de su bancada, confían en su partido.
En cambio los latinos no tienen ningún motivo para creer que el odio expresado nuevamente en una votación de la Cámara Baja pueda ser superado por ahora. La deportación, la separación familiar y el sufrimiento de los inmigrantes es la única política migratoria consistente de la mayoría republicana.
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