Indocumentados obtienen permisos de manejo en California
Hoy entra en vigor la ley AB 60, que otorga licencias de conducir a personas indocumentadas
Esta mañana se han dibujado cada vez más sonrisas en las oficinas del Departamento de Vehículos de California (DMV): muchos indocumentados están aprobando el examen sobre leyes de tránsito, el primer paso para obtener la licencia de manejo.
“Estoy feliz porque lo necesitaba”, expresó Pedro Solano, quien sostenía en sus manos el permiso de manejo, que le permite conducir un vehículo acompañado de una persona que ya tenga la licencia.
Semanas de estudio intenso han dado frutos en la oficina del DMV en Lincoln Heights. Solano, un obrero nacido en Guatemala, empezó el año 2015 con el pie derecho. “Así uno puede andar más tranquilo, uno maneja por necesidad y no por gusto“, expresó.
Solano, de 30 años, llegó a Los Ángeles en 2006 y desde entonces ha conducido sin más licencia que la de Dios. Dos veces lo han multado y en una ocasión su coche fue a parar al corralón por 30 días, uno de los castigos más severos que han experimentado los indocumentados hasta hace poco. Para recuperarlo él pagó $1,300.
Esa época triste parece haber quedado atrás. Orgulloso, Solano muestra su fotografía en el permiso de manejo. Es un privilegio que por veinte años se le negó a los inmigrantes. Él ya piensa en la segunda fase, aprobar el examen de manejo. “Ojalá que me den la cita lo antes posible”, dijo.
El guatemalteco pide a los que aún no han empezado este trámite que piensen en los beneficios. “Yo les diría que ‘se pongan las pilas’ si realmente necesitan la licencia”.
Otro sonriente que ha salido de esta sucursal del DMV es Francisco Michel, quien llegó a las 7 a.m. enfundado en una gruesa chamarra para soportar las bajas temperaturas. Él aprobó el examen escrito con apenas una falla y ahora espera que verifiquen su información.
El sistema del DMV tuvo un problema para registrar su información personal, porque la matrícula consular indica su fecha de nacimiento al uso en México (por día/mes/año, distinto al de Estados Unidos, que es mes/día/año) y su nombre con los dos apellidos (aquí sólo se usa el paterno). Este es un problema que podrían experimentar otros inmigrantes.
El DMV se comprometió a llamarle para confirmar cuando estos datos hayan sido confirmados. Michel lo da por hecho. Después, dijo, hará una cita para tomar la prueba de manejo. Su esposa está en el mismo proceso.
“Estoy emocionado”, dijo a la salida de la oficina del DMV. “Voy a poder manejar sin estar pensando en que venga un policía atrás de mí”, dijo.
Nativo López, líder de Hermandad Mexicana, quien dio la idea en 1997 a Gil Cedillo, para dar licencias de manejo a los inmigrantes indocumentados, nunca pensó que se tomaría tanto tiempo conseguirlas.
“En ese momento, las grúas hacían su agosto, recogiendo los carros a la gente. Teníamos grandes quejas. Así que cuando Cedillo se postuló como candidato le pedimos las licencias. Y prometió que lo iba hacer a cambio de apoyarlo para su candidatura. Le ayudamos en su campaña, ganó, y fue su primer proyecto de ley”, recuerda.
Trae en la memoria que en 2001, estuvieron a punto de pasar una ley que las diera, porque tenían la palabra del entonces gobernador Gray Davis pero asegura que organizaciones como Chirla, Maldef, la Unión de Campesinos y los sindicatos se opusieron porque la licencia iba a tener una marca.
“Fue una lucha muy difícil. Y lamento que la gente hubiera tenido que esperar tanto y que haya sufrido mucho. Sólo en Los Ángeles, la ciudad obtuvo 200 millones de dólares en decomisos de autos y multas a los indocumentados”, dijo López.
La gente lo abrazaba, le daba las gracias. Quería una foto con él. Le gritaban con vehemencia: !Sí se pudo! !Sí se pudo!
“Estoy súper contento, súper emocionado. Tengo muchos recuerdos buenos y no tan buenos. !Lo importante es que ganamos gracias a Dios. Y las licencias son una victoria para todos!, dijo el concejal Gil Cedillo, quien por más de 20 años luchó en la legislatura estatal para que se estableciera una ley que permitiera a los inmigrantes indocumentados manejar con una licencia en California.
“Ver aquí a todas estas personas esperar por una licencia, es grandioso. Este documento les va a cambiar y mejorar sus vidas”, dijo Cedillo a La Opinión rodeado de los inmigrantes que se anochecieron y madrugaron, desesperados por obtener una licencia de manejo en las oficinas temporales del DMV establecidas en Granada Hills.
Cedillo llegó a las cuatro de la mañana para unirse a los inmigrantes indocumentados.
Las licencias de manejo para los inmigrantes fueron su primer proyecto de ley cuando llegó a Sacramento como asambleísta por Los Ángeles en 1998.