¿Cómo es el amor cuando llega en la tercera edad?

Enrique Vásquez, un inmigrante mexicano de 72 años, llevaba cinco meses que iba al Club de Oro para distraerse y tener un poco de diversión. Jubilado de su trabajo como pintor de carros y separado de su esposa, se sentía solo, sus tres hijos y nueve nietos nunca lo visitaban.

“Yo iba a echar ojo, a ver si me gustaba alguna dama, nada serio, pero cuando miré a una chaparrita bailar, me gustó su meneo de cintura, y dije la quiero para mi“, cuenta jocoso.

María Willis, una inmigrante guatemalteca de 68 años que trabajó todo su vida como ama de llaves, en una empacadora y hasta fue prestamista, dice que ella empezó a notar que algo pasaba cuando al bailar con Vásquez se ponía nerviosa, y le temblaban las piernas.

Vásquez y Willis se conocieron en 2012 en una reunión del Club de Oro, una organización no lucrativa que lleva diversión y educación a los latinos de la tercera edad del Este de Los Ángeles.

“Un día me invitó a conocer su casa. Y me dijo que me iba a robar’, recuerda feliz como si volviera a vivir ese momento Willis, madre de tres hijos adultos y abuela de nueve nietos.

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Seis meses después, Enrique Vásquez y María Willis, se fueron a vivir juntos. Al día de hoy, llevan dos años y medio en una relación que esperan, les dure lo que les queda de vida.

“A mi me gustó por caballeroso, le sabe dar a la mujer su valor, es honesto y un hombre muy limpio“, dice Willis. “Aunque al principio, dudé de su sinceridad porque era muy coqueto con otras amigas del Club, pero poco a poco él me abrió su corazón, y yo él míio”, cuenta Willis, quien tras su divorcio, no tuvo pareja por casi 20 años y nunca pensó encontrar su verdadero amor en la tercera edad. “Creía que iba a pasar sola el resto de mi vida. Pero mis hijos fueron los que más me motivaron a empezar una relación con Enrique. Ahora siento como si me hubiera sacado la lotería, y hubiera vuelto a renacer”, confiesa.

¿Cómo ha sido encontrar el amor a la tercera edad cuando uno ya tiene arrugas, canas, y no tiene la belleza y energía de la juventud?

“Yo la conocí con sus defectos y virtudes. Y nos hemos adaptado. Veo a María como una mujer muy bonita, y estoy feliz“, confía Vásquez.

Willis dice que el amor en la etapa adulta, “es diferente, se ama con más tranquilidad e intensidad”.

Cuando les preguntamos si todavía hay intimidad entre ellos. “Por supuesto, mientras hay amor hay vida”, responde entusiasmado Vásquez casi saltando de su asiento mientras Willis deja escapar una pícara sonrisa, y entrelaza con fuerza la mano de su compañero.