El balance de la moda NBA que dejó la cita en Nueva York

La NBA aprovechó tener como sede del All Star Weekend a Nueva York, una ciudad distinguida entre el mundo de la moda, para presentar el primer show de moda de la liga, al que oficialmente se le llamó ‘NBA All-Star All-Style’.

Los contendientes, J.R. Smith, James Harden, Chandler Parsons, Klay Smith, DeMarcus Cousins, Zach LaVine, y Jeff Teague caminaron en una pasarela para mostrar sus gustos a la hora de vestir, mientras que el comediante Kevin Hart y el astro LeBron James discutían cada aparición y un panel de jueces, entre los que se contaba a Charles Barkley, calificaba los atuendos.

En el primer round, que suponía la elección de un atuendo semi-formal para sala de juntas (boardroom), los concursantes mostraron una tendencia hacia el lado conservador, con trajes de look simple y limpio.

J.R. Smith se llevó el round con un traje gris oscuro y un abrigo con una bufanda de piel. Mientras que Harden fue el peor vestido. El jugador de Houston apareció con una traje en color azul pastel a lo ‘dumb and dumber’, un color nada acuerdo con la temporada, y zapatos deportivos con vivos en rosa y brillantes, un desastre total, y eso dejando de lado la barba.

El ganador del concurso fue J. R. Smith, de los Cavaliers de Cleveland, que mostró elegancia pero fue más allá de lo convencional y fue el único que se veía cómodo en el escenario. Smith se impuso a Chandler, votado el más guapo de la NBA, en la final.

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El evento, que tuvo como productor ejecutivo a LeBron James, fue un claro gesto de la NBA que muestra que la apariencia de sus jugadores no es algo que pasa desapercibido por la liga, todo lo contrario. La NBA se destaca como la liga deportiva más ‘fashionista’.

James es uno de los claros ejemplos de la liga de baloncesto en la que el estrellato va de la mano con el buen vestir. El jugador de los Cavaliers se ha convertido en una de las figuras más emblemáticas de la liga dentro y fuera de la duela por su forma de vestir. A James lo asesora la estilista Rachel Johnson, quien es la encargada de la imagen de varias figuras de la NBA.

Pero mucho ha cambiado en la manera en la que los espigados baloncestistas visten dentro y fuera de las duelas.

Desde los ajustados shorts, algunos sostenidos con cinturones, medias largas, zapatos sin bota, que dominaron las décadas de los 50 y 60, hasta los extravagantes colores de los zapatos que usan hoy en día, la NBA es una liga colorida dominada por las modas que imponen sus jugadores afroamericanos, el grupo dominante en la NBA.

Antes y después de Michael Jordan, otros jugadores tuvieron su línea de zapatos personalizados, pero ninguno ha conseguido la popularidad que obtuvo “Su Majestad”, desde aquél día que estrenó su calzado ante los Celtics de Boston y anotó 63 puntos en el Boston Garden.

Los ‘Air Jordan I’, de bota en rojo con blanco y cordones negros, le valieron una multa a Jordan, ya que no cumplían con las normas de colores que imponía la NBA en aquél entonces, pero hasta la fecha son el estilo más vendido en el mercado.

Hoy en día los zapatos de los protagonistas de la NBA están a años luz de aquellos “extravagantes” zapatos de la estrella de los Chicago Bulls, y aunque algunos jugadores aún mantienen estilos retro y conservadores, basta con voltear a ver los zapatos que ha lucido el actual campeón de los tiros de tres Stephen Curry para tener una idea de que, para bien o para mal, los tiempos han cambiado.

Resulta hasta difícil de describir el calzado que utilizó Curry en 2014 ante los Portland Trail Blazers, resaltando los vivos en color oro que hicieron ver al jugador de los Warriors como un acaudalado Robocop basquetbolista.

O qué tal los zapatos con estampado de camuflaje militar que utilizó DeMar DeRozan, combinados con el uniforme del mismo estampado de los Raptors de Toronto, seguramente un estilo que hace honor a la milicia, pero que fue una bofetada a cualquier sentido de moda.

Como en la mayoría de los deportes, los uniformes en la NBA pasaron de estilos ajustados a atuendos más holgados con colores más vivos, hasta caer en los fosforescentes.

Los shorts se alargaron de media pierna hasta pasar en ocasiones las rodillas de los jugadores, una tendencia que se empezó a hacer notoria a finales de los 80.

Después vinieron algunos accesorios como las muñequeras y las bandas utilizadas en la cabeza para el sudor, que poco a poco tomaron tendencias de modas, combinando colores de los equipos o del calzado de los jugadores.

En la NBA, como en el mundo en general, en gustos se rompen géneros y las generaciones han sido marcadas en cada época por algunos jugadores que se salen del molde y adoptan modas extravagantes que incluso rosan en lo ridículo.

Uno de los jugadores más criticados, o aplaudidos, en la actualidad por su nada convencional guardarropa es el ‘MVP’ del pasado Juego de Estrellas, Russell Westbrook, que con sus coloridos e infantiles estampados y sus gafas de colores –el marco pero sin lentes– ha inspirado infinidad de imágenes que se mofan del guardia del Thunder de Oklahoma City y que en algunos jugadores se ha vuelto unamoda.

Fue precisamente en 2012 cuando los Lakers enfrentaron al Thunder en la postemporada que Kobe Bryant definió de la mejor manera la evolución en la forma de vestir de Westbrook, un reflejo de las tendencias en general.

“Sé que viste un montón de mier… extraña”, dijo Bryant. “Es una cosa generacional”.

Pero algunos jugadores, como el mismo Kobe, mantienen una línea clásica, simple y elegante. Se les puede ver en trajes o combinaciones de acuerdo con la ocasión, sin caer en excentricidades y adaptándose a los cambios de los tiempos, algo que en ocasiones Tim Duncan de los Spurs parece olvidar, ya que se le ha captado recientemente con atuendos en los que parece haberse quedado atrapado en los 90.