EEUU exige respuestas tras asesinato de líder opositor ruso
El secretario de Estado exigió una investigación, mientras que una megamarcha crece en Rusia
Washington.- El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, aseguró hoy que la inteligencia estadounidense no sabe quién está detrás del asesinato del líder opositor ruso Borís Nemtsov y exigió una investigación sobre el suceso.
“Esperamos que haya una investigación completa, transparente y real, no solo sobre quién fue el que disparó sino sobre quién, si es que hubo alguien, pudo haber ordenado, o instruido, o estado detrás de esto”, dijo Kerry en una entrevista en la cadena de televisión ABC News.
“No tenemos ninguna” información de inteligencia que apunte al posible responsable del asesinato, añadió el secretario de Estado.
Boris Nemtsov falleció el pasado viernes tras ser baleado cuatro veces. Foto: Getty Images
Nemtsov, viceprimer ministro de dos gabinetes rusos en 1997 y 1998, durante la Presidencia de Borís Yeltsin, recibió cuatro disparos mortales en la espalda al filo de la medianoche el viernes, cuando paseaba por un puente moscovita cercano al Kremlin, acompañado de una joven procedente de Ucrania.
La oposición rusa ha achacado el asesinato de Nemtsov a la intolerancia hacia la disidencia que reina en el país.
Además, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha asegurado que Nemtsov le dijo hace unas semanas que pretendía hacer públicas pruebas convincentes de la injerencia militar rusa en Ucrania.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha condenado el asesinato y ha prometido que hará todo lo posible por encontrar a los responsables.
Kerry subrayó hoy que Estados Unidos expresa sus condolencias “al pueblo ruso” y está “enormemente entristecido” por el asesinato de Nemtsov, “un hombre profundamente comprometido con una relación mejor con el mundo”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también condenó este viernes el asesinato y pidió a Rusia una investigación rápida e imparcial sobre los hechos.
Miles de simpatizantes del fallecido Nemtsov tomaron las calles de Moscow el domingo tras la noticia de su muerte.
Con pancartas cubiertas en su rostro, y texto que leía “No tengo miedo”, marcharon cerca de 50 mil personas durante la marcha que el tenía planeado encabezar como una de oposición del gobierno de Putin.